𝗧𝘂𝗿𝗿𝗶𝘁𝗮 ─ Santino Gallardo

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a martin_serra, santigallardo_, pilar.costa y algunos les gustó tu historia.

santigallardo_ respondió a tu historia:
primera vez que no te veo vestida como villera

Marina.

Entré a la joda agarrada de la mano de Pilar y lo primero qué vi fue al pesado de Mateo, compañero mio y amigo del gallina, seguido de eso algunos del curso cómo la delegada Justina Rossi, nombrada anteriormente.

Me alejé de Pili y pasé por al lado de la barra llena de bebidas mientras una canción de Rei retumbaba por todo el quincho de mi amiga.

Sentí algunas miradas de unos pibes pero no le di bola, solo esperé que Martin esté ahí.

─Ey! —escuché una voz femenina cerca mío, estaba al lado mío Justina, o cómo le dicen todos, la delegada, me dio un beso en el cachete y yo hice lo mismo— ¿Cómo andas Mari? Estás re linda boluda.

─Bien, bien ¿vos? Vos igual estás re linda.

─Bien... escuchame, ¿al final le aceptaste la salida al predio a Gallardo? —preguntó con inocencia, y yo la miré sorprendida— Menos mal qué Milu va a otro colegio, porque sí se entera se re pica todo amiga.

¿Cómo chota sabe eso?

─¿Cómo sabés eso? —cuestioné soltando una risita de sorpresa, o más de incomodidad.

Sí Justi se enteró de esto, significa qué todo el colegio sabe, y Santino tiene novia así que voy a quedar como que soy el cuerno.

La delegada iba a abrir la boca para responderme, pero su respuesta quedó en la nada porque se apareció el morochito más lindo de todos con un perfume que se podía oler de acá a la china, con una chombita y un buzo colgando a la altura de sus hombros.

─Permiso, te la robo un ratito —dijo Martin agarrándome de la mano y haciéndome dar un giro en el baile, antes de desaparecer le susurré un "perdón, te dejo" a Justi mientras ella reía negando con la cabeza.

Las luces se apagaron y nos adentramos con Tincho al quincho, esta vez yo adelante de él agarrándolo de la mano.

─¿Todo bien? ─preguntó mirándome a los labios con una sonrisa, y yo asentí respondiendo a su pregunta— Te re comería la boca ahora pero pinta primero unos fernecitos, ¿o no?

─Primero unos fernets wachito, de toda la vida —respondo.

Unas voces se escucharon cerca de nosotros, y eran las voces más insoportables del mundo, no hace falta ni nombrarlos.
Estaban cantando una canción de La Joaqui que empezó a escucharse en todo el quincho.

Agarramos una botella con fernet grande y cortada, y nos rajamos bien lejos de los pibes, cosa que Santino no venga a joder con Mateo.

Antes de llegar al patio del quincho, miré a Sofia qué estaba charlando con Laureano, y Pilar con Toto, me sorprendió bastante ya qué nunca los vi hablar.

─No sabés la bronca qué me dieron los boludos de Santino y Laureano, unas ganas de re cagarlos a sopes ─habló acordándose de lo que habían hecho el lunes.

─Ya está, el wachin se hace el loquito pero después anda cagoneando ─respondí tomando un trago largo de fernet con bronca.

En realidad Santino lo qué menos podía ser, es ser cagón, no le cabe una y por ahí te pega, pero solo si le caes mal o lo jodes. Y eso lo sé desde que lo conocí, Sofia fue la primera en contarme de eso, aparte le tienen alto miedo por ser el hijo de Gallardo.

─Ya fue el boludo de Santino ─dijo agarrándome de la cintura y pasando sus manos por mi culo─ Ahora, lo qué importa es que te tengo acá ahora, petisa linda.

Sonreí sin poder ocultarlo, no es qué me guste, pero me re calienta y me vuela el bocho este chabón.

Después de unos cuantos chamuyos y tragos de fernet, Martin y yo estábamos chapando a full.

Con el pedo que tenía, no me di cuenta qué Santino en un momento lo miró re serio a Martin.

Las luces del patio y el quincho estaban apagadas, la música a full, Martin y yo comiendonos la boca pero fuerte, lo mismo con Sofia y Laureano, pobre mi hermanito cuando se entere se va a querer re matar.

Me separé de él, para mirarlo con unas re ganas.─ Eu ahora voy por más fernet, ¿dale? ─hablé arrastrando las palabras.

Él dijo una cosa qué ni entendí pero asintió así qué agarré la botella qué tenía él en sus manos y fui directo a la barra, caminé medio tambaleando en el proceso.

Las luces estaban apagadas y no veía un choto, así qué medio que al servirme fernet se me fue la mano, y la coca apenas le puse, fue como un 10/90 de medidas, todo mal.

─¡Ey! Me comí a Laureano ─dijo Sofia apareciendo de la nada al lado mío y me sacó la botella de fernet para tomar un trago largo.

Apenas la podía ver y además las luces parpadeaban, y el pedo no ayudaba en nada.

─Re piola wacha, re inesperado igual ─contesté riendo– Mi hermano va a estar rre bajoneado.

Laureano se acercó a Sofia de vuelta, y yo rodé los ojos para irme.

Me alejé de la barra dejando a mi amiga comerse al amigo del gallina.

Y ahí vi a Martin de espaldas con una botella de fernet en la mano. Me pareció raro, porque él estaba en el patio.

Le toqué el hombro y al darse vuelta, lo agarré de la cara para plantarle un tremendo beso con altas ganas, al principio no lo correspondió y eso me sorprendió pero lo dejé pasar, y me tomó de la cintura suavemente para acercarme a él.

¿Desde cuando chapa tan bien este pibe?

Seguí comiendole la boca, hasta qué escuché unos "uhh" de parte de los amigos de Santino, hasta de mis propias amigas.

Y me sorprendió saber qué en ese "uh" no escuché la voz del gallina.

Una voz femenina se hizo presente en el quincho: la novia de...

¿Gallardo?

─¿Santino? ¿Marina?