THREE

11 3 9
                                    

Su mano recorre mi brazo vendado hasta llegar a mi cuello, lo acaricia y eso provoca que sienta escalofríos y un cosquilleo en mi estómago, su mano sube a mi mejilla y luego a mis labios, los toca suavemente y luego se acerca a ellos hasta rozarlos.

—Y creeme que estoy siendo muy paciente, no me gusta jugar con la comida pero tú... Eres especial.

Mi cuerpo empezó a temblar, no de temor, por alguna razón quería saber como se sentiría besar los labios de un depredador como él.

Maldita curiosidad.

Me aparto de él enojada por mis pensamientos, al desconocido parece no importarle más bien le causa gracia.

—Muy especial... —Dicho ésto se va dejándome sola.

—Estúpida, estúpida.—Me insulto a mí misma — ¿Por qué quisiste besarlo?.

...

— Podríamos robar un auto —Propongo.

—Sí, es una buena idea —Apoya Angel.—Pero no puede ser ahorita, debe ser en la noche.

—Carajo... —Suelto un poco frustrada.

Tiene razón, no podíamos simplemente robar a plena luz del día pero tampoco es buena idea salir de noche.

—El que no arriesga no gana ¿No?—Enuncia Miguel y nosotros asentimos, empezamos a guardar lo necesario y a preparar armas por si el wendigo nos ataca y cuando la noche cayó nosotros salimos del edificio y nos acercamos al auto más cercano para abrirlo.

Angel lo abrió como pudo sin que éste emitiera sonido alguno y nos subimos en el vehículo, encendió el auto y arrancó.

—¡Nos largamos  de aquí!— Entona riendo Miguel y nosotros sonreímos, pero nuestra felicidad acaba cuando sentimos que algo cae en el techo del auto y Angel frena.

—¿Qué fue eso?—Pregunta nerviosa Anna mirando al techo al igual que todos y de pronto se escucha un grito desgarrador, Angel sin esperar nada arranca el auto y maneja a toda velocidad, miro atrás y veo que el wendigo cae al suelo pero luego se levanta y empieza a perseguirnos.

—¡Más rápido!—Exclamo asustada, empezamos pasar por la montaña alejándonos del pueblo.

—¡Voy lo más rápido que puedo!—Grita devuelta Angel y yo miro nuevamente atrás para ver nada, el wendigo ya no estaba detrás de nosotros.

—Creo que lo dejamos...

El golpe que algo le da al auto me interrumpe, fue un golpe tan fuerte que el auto se desvía cayendo por la colina, los vidrios se revientan y trozos de estos se incrustan  en mi piel, en unos segundos pierdo la conciencia.

Siento como alguien me arrastra, mis ojos se abren y logro ver el auto boca abajo antes de que mis ojos de cierren, cuando vuelvo a abrirlos noto que me están cargando estilo princesa,  levanto la mirada y veo e rostro del pelinegro, quién me miró con sus ojos rojos antes de que mis ojos se volvieran a cerrar.

Suelto un pequeño grito al despertar, me veo en una habitación blanca acostada e una cama, no hay ventanas y tampoco cajones ni decoraciones. Siento un pinchazo en la cabeza, llevo mi mano a ella frunciendo el ceño por la molestia, unos segundos después me levanto de la cama y camino hacia la puerta, giro la manilla pero no logro abrirla.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Mar 05 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

W E N D I G O (EXPERIMENTO 51)Where stories live. Discover now