even if you end up forgetting

parte uno.

"¿Me concedes éste baile?"

Nene mira hacia arriba y sus ojos se abren como platos.

"¿Rui?"

Ahí se encontraba ese artista itinerante, usando un chaleco marrón sobre una camisa blanca con sus mangas enrolladas hasta sus codos. Sus pantalones son verde oliva y sus botas estaban perfectamente lastradas. Su sonrisa estaba más elevada en una esquina mientras se inclina sobre el borde de la mesa, con una bebida en su mano.

"En persona." Dice.

Y- Qu- ¿Cómo?- Nene tartamudea antes de respirar profundamente y volverlo a intentar. "No pensé que fueras a lograr venir."

"¿Qué? ¿y perderme tu gran día? Nunca." El se termina su bebida y deja la copa en la mesa. "No me lo perdería por nada en el mundo."

La calidez de la sinceridad de sus palabras se acumula en el pecho de Nene.

Su reencuentro está siendo algo interrumpida por una tercera persona. Nene nisiquiera tiene que voltear la mirada para saber que los ojos de Tsukasa están sobre ellos dos, taladrando agujeros en sus espaldas. Ella voltea, y sus ojos amatista se encuentran con los ojos ópalo de Tsukasa.

"Deja de mirarnos como si fuéramos a escapar." Ella dice. "Literalmente acabamos de casarnos. ¿O acaso lo olvidaste?"

"No los estaba viendo." Contesta Tsukasa, muy rápido. Su mirada era casi asesina en ese momento. Despliega su puño arrugando la parte delantera de su túnica. No duda en estirar la mano y arreglar las arrugas de la tela color verde oscuro.

Rui chasquea su lengua, con su sonrisa que nunca abandonó su rostro mientras caminaba hacia Tsukasa, quien se exalta.

"Tenma Tsukasa, señor. Permítame el honor de bailar con su amada esposa." El jóven hombre acentúa su petición con una modesta reverencia. Algunos mechones de su cabello color lavanda caen sobre su mejilla. Nene mira a su esposo cruzar los brazos sobre su pecho, frunce el ceño hasta convertirlo en un puchero y reprime una risita de lo infantil que es todo eso cuando sus ojos se posan en ella.

Su túnica es suave al tacto mientras ella tira de su manga. "Solo un baile." Ella suplica.

El rostro de Tsukasa se transforma en uno más comprensivo, el rubor se extiende como un reguero de pólvora. A pesar de la vacilación grabada en sus rasgos, todavía se las arregla para concederlo verbalmente.

"Solo un baile. Y recuerda..." La mirada que dirige hacia su amigo de la infancia es casi cómica por la diferencia de altura, pero Nene no pensaba decírselo. "El último baile está apartado-"

"Para el novio y la novia, lo sé." Rui lo interrumpe, familiarizado con la tradición de las bodas como si fuera la palma de su mano. El ha presenciado algunas, ella estaba segura, gracias a su trabajo. Rui extiende su mano hacia Nene. Ella la toma dulcemente. "Esto no va a tomar mucho tiempo." Tranquiliza a Tsukasa con una sonrisa sencilla, antes de guiar a Nene hasta el centro de la multitud.

"...Um. Nene, recuérdame, ¿dónde van mis...?"

Ella resopla y menea la cabeza.

"Nunca fuiste bueno en esto. Aquí, esta mano en mi hombro y esta en mi cintura."

"¿Así?"

"Sí. Te gustaría empezar tú?"

"Mm."

Nene había olvidado lo torpe que Rui podía ser.

Pensarías que un artista itinerante sabría el vals al pie de la letra, o al menos sabría no pisar los pies de los demás. Pero no, Rui era un pésimo bailarín. Forzado e impreciso.