Sus gemidos en voz baja provocan que la excitación crezca en mi.

No tarda mucho en buscar mi mano para entrelazarla con la de ella, el anillo que lleva puesto hace que mi corazón lata con fuerza. Y observo su cuerpo iluminado por el color dorado del fuego, sus labios rosados entreabiertos. Sus grandes ojos entre pestañas observarme con brillo en los ojos. Mi cuerpo se estremece y gimo cuando siento su glorioso orgasmo llegar poco antes que el mio.

Sus manos me buscan y no tarda en acurrucarse en mi pecho mientras tira de las mantas.

"Aún tenemos tiempo de ir al cuarto de lavado". Dice minutos después de quedarnos en silencio.

Mi pene parece volver a activarse y no necesita decírmelo dos veces. Me pongo de pie y me coloco mi pantalón de pijama, cuando volteo Hemma ya ha terminado de ponerse su suéter y agradezco al ver que le cubre el trasero.

Abro la puerta y salgo con cuidado de no despertar a nadie aun.

Las luces del árbol de navidad siguen encendidas y lo acompañan los tantos regalos que esperan ser abiertos.

Me detengo en seco al ver a la abuela de Hemma sentada en uno de los sofás leyendo lo que parece un libro.

"Hola abuela".

Hemma hace su aparición detrás de mi, haciendo que la vista de Marie se pose en su nieta. Una sonrisa pícara se aproxima a formarse en su boca y me abochorno.

"Les dije que era un buen lugar bombones". Dice antes de guiñarnos un ojo y seguir con lo suyo. "Ah... y ¡feliz navidad!".








..








"¿Entonces qué sucederá ahora?".

Charles me pregunta al ver la cara de Hemma quien está acurrucada en mi pecho.

Su ceño se frunce y me encojo de hombros suspirando. Los últimos días han sido bastante difíciles. Hemos estado viajando más de lo normal y Hemma parece estar enfadada por todo.

Lo único que quiere es que vayamos a Mónaco, durmamos en nuestra cama y hagamos picnics en la playa y para ser sincero es también lo que yo quiero.

"Viviremos en Mónaco".

"Pensé que se quedarían en Inglaterra, ya sabes, la fábrica, y todo lo demás". Me dice Charles cruzado de brazos en el marco de la puerta de mi habitación.

Cuidadosamente me separo lentamente del cuerpo de Hemma, seguido de acomodarla cuidadosamente, ella al sentir la ausencia de mi cuerpo instintivamente abraza una almohada y vuelve a caer dormida.

"Vamos". Nos guío a mi mejor amigo y a mi directo al living del departamento de Hemma.

"Entonces, ¿por qué se irán a Monte-Carlo". Pregunta nuevamente, mientras se sienta en el sofá.

"Allá tenemos todo, familia, amigos... es el lugar donde Hemma y yo nos sentimos más en casa". Le explico, dirigiéndome a la cocina, saco unos snacks y los dejo en la mesa de centro, Charles no duda ni un segundo y en un minuto ya tiene una bolsa de papitas abierta.

"Te entiendo". Murmura pensativo con la mirada perdida en algún punto de la mesita de centro.

"¿Tu qué tal?, ¿cómo van las cosas con Norah?".

"Como todas mis relaciones, complicadas e inentendibles". Responde con un suspiro acompañando sus palabras.

"No hablemos de eso, o por lo menos no por ahora. Por favor". Me pide.

"No hay problema". Él siempre ha sido de lo más comprensible conmigo, ahora me toca a mi cumplir ese papel.

"Mejor cuéntame cómo van las cosas con Hemma, ¿qué han platicado?".

I FEEL YOU / Pierre GaslyWhere stories live. Discover now