Después de la guerra

Problemas

~¿Qué hicimos,
Para tener siempre algo
En nuestra contra?.~

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- Cuanto tiempo Niccolo-San.- habló Eren un poco serio.

- ¿Q-que?.- dijo el paranoico mientras se encontraba sorprendido caminando hacia atrás.- ¿Q-que h-haces t-tu aquí?.- este se encontraba señalando al castaño, no quería ni verlo.

- ¡Niccolo, calma!.- le ordenó Yelena, preocupada por la reacción de el rubio hacia el Jaeger.- Este chico cometió equivocaciones, lo sabemos, pero nadie es perfecto Niccolo por eso...- quiso seguir hablando pero Niccolo la interrumpió.

- ¡NO, NO YELENA!.- grito el.- ¡No me digas que me calme!, ¿A-acaso m-matar mujeres y n-niños es una "equivocación" normal?.- preguntó el enojado.

- Niccolo.- lo nombró el castaño.- Se que tienes mucha ira contra mi, por absolutamente todo lo que hice.- intentó calmar al chico que tenía frente a el.- Se que me detestas, y no te culpo... Yo también me odiaría si estuviera en tu lugar.- dijo mientras se acercaba poco a poco al rubio, quien se encontraba cabiz baja formando puños con sus manos.- Pero, hazlo por.- en eso Eren se toma una pausa para hablar, luego de suspirar continuó con su charla.- Hazlo por, por Sasha.- eso último lo dijo en susurro, pero no tan bajo logrando que el escuchase.

Oh

¡Ese nombre!, ¿De verdad tenía que pronunciar ese nombre?,¿ Acaso pensó que lograría algo bueno?, ¡No!, lo que logró fue alterar más al joven... El amaba a Sasha. Fue la primera persona que de verdad lo hizo sentir especial cada que cocinaba, y que ya no estuviera por culpa de el mismo hombre que dijo ser su amigo, o al menos así lo veía Niccolo, tal vez no debió dejarse llevar por la ira, solamente que al escuchar el nombre de su amada que ya no estaba, pues por cosas de la vida, lo veía muy mal, no aguantó más no dejaría que hablasen de Sasha, de su Sasha, se abalanzó sobre Eren logrando golpearlo en la mejilla con sus puños que se encontraban temblorosos.

Será una noche larga.

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- Aagh que día.- se quejó Levi mientras se acostaba en su cama.- ¿Qué será de Eren? Si no aparece en un mes.

- Por desgracia Enano.- habló Hange, mientras se sentaba en el bordillo de la cama de Levi dándole la espalda a este.- No podré decirte nada.

- No te lo pregunté Cuatro Ojos.- dijo el un poco frío.

- Pero, tarde o temprano lo harás ¿No Levi?.- reprochó la castaña.- Tu te conoces, yo te conozco, llegará un punto en el que enloquecerás y me lo preguntarás ¿No es así?.- dijo ella serena.

- Tsk.- se quejó el azabache, sabía que la infantil de la Hange podría tener razón, en cierta parte... Pero por mucho que lo irritaba, debía admitir que eso era lo que le agradaba de ella.- Supongo que, tienes razón Hange.

- Ves, te lo dije.- dijo ella volteando su cabeza para ver a Levi.- Ay enano, A veces me pregunto ¿Porque accedí a ayudarte?.- mintió ella, solamente quería ver la reacción amargada de Levi, extrañaba eso.... Cosa que logró porque Levi apenas la escucho frunció levemente el ceño, y se volteó evitando mirarla.