Una Impronta Distinta... {Jacob Black}

Unión Libre.

- así que...supongo que eso fue lo que pasó conmigo durante mis primeros años de vida. -Alex suspira con pesadez.

- vivías en la calle? -Alice estaba sorprendida.

- sola?, sin nadie a quien recurrir o pedir ayuda?, si, así fue. -responde Alex.

- fue por que te abandonaron?, o huiste de casa? -pregunta Esme.

- no lo se, desde que tenía memoria había estado en la calle, crecí con unos perros callejeros y gatos también...en ese tiempo, ellos eran mi familia. -Alex tenía una mirada pérdida al haber recordado algo- pero...pero hubo una pareja que...me sacó de las calles...-cuenta ella, sonriendo levemente.

- a si? -Rosalie parecía prestar mucha atención a Alex.

- si, solo que...no los recuerdo bien, apenas tenía unos 4 o 5 años, pero recuerdo cada cosa que me dijeron...-afirma Alex.

......FLASHBACK.......

- estas sola pequeña?, debes tener frío....-habló la mujer con tono suave.

- cariño, no hagas esto...-el hombre había hablado.

- no puedo dejarla aquí a su suerte, la nieve está empezando a caer y ella está solo en trapos, crees que dejaré a una bebé morir así?  -la mujer parecía decidida, y ser la que mandaba en la relación.

Una niña en realidad vestida solo de trapos y muy sucia yacía en aquel callejón tiritando de frío entre los perros y uno que otro gato, sus ojos azules eran reflejados por la luz de la luna, mirando fijamente a aquellas personas.

- ven linda, te sacaremos de aquí. -la mujer, la cual no se veía el rostro, se acercó a la niña y la cargó.

- fr-ff-frio....-pronunció la pequeña entre castañeo de dientes.

- tranquila, estarás frente a una chimenea en unos minutos. -el hombre habló nuevamente, ya apoyando a la mujer.

Pasaron unos días, la niña había despertado en una cama cómoda y abrigada, tomándose con dos personas al despertar.
La niña se asustó y quiso correr pero fue atrapada por el hombre, empezó a patear y gritar entre los enormes brazos del mayor.

- tranquila, estas segura aquí,  no te haremos daño! -trata de calmarla la mujer.

- NO!!! AAAAAHHHH!!! -ella no obedecía,  pasaron minutos enteros tratando de calmarla.

Los días pasaron, extrañamente la niña ahora estaba acurrucada en el regalo de la mujer.

- cual es tu nombre?...-pregunta la mujer.

- no se...-responde la pequeña soñolienta.