𝐒𝐀𝐍𝐈𝐓𝐘 𝐈𝐍 𝐋𝐎𝐕𝐄 [Yᴀᴋᴋᴏ Wᴀʀɴᴇʀ×Lᴇᴄᴛᴏʀᴀ]

𝐒𝐞𝐠𝐦𝐞𝐧𝐭𝐨 26.

Dedicado a: @Helen792

Las puertas se abren, revelando con el reflejo de la luna en su punto máximo que en aproximadamente unos minutos, el sol llegaría a reemplazar a su astro contrario. El enorme portón rechina, demorando en mostrar lo que escondía, debido a que no se solía usar dichas compuertas con frecuencia. Inclusive, estás se veían atadas de manera precisa para evitar el acceso. Tres Toons observan con distintas expresiones, compartiendo la posición inmóvil ante la curiosidad de entender que había más allá de unos cuantos pasos.

— Antes de entrar, les pido discreción.

— Suenas a escritora de Fantic +18,  Marvin — el alienígena frunce el ceño. Debes en cuando entender los comentarios del Warner se le hacía un enigma complicado — ¿Qué estamos esperando? ¡Hay que ver qué tenemos en la contienda! — el Toon hiperactivo es retenido con su cola antes de que avance a trote decidido, sus energías estaban surgiendo nuevamente, no le era fácil controlarse con el revuelo de emoción. _______________ suelta un suspiro antes de colocarlo a su lado nuevamente, aunque éste siguiera dando pasos nadamás haciendo fricción con sus patas contra el piso, mientras ella seguía sosteniendo al Warner le dió una señal al Cartoon más bajo para que continuase. Yakko era la amiga que no se fija antes de cruzar la calle y solo se deja ir como si fuese algún ser inmortal que soporta riesgos de todo tipo, la femenina por su lado, debe ponerse en el papel de la razón.

— En resumen entrar ahí, es buscar una muerte segura — señaló la entrada de la oficina deteriorada, está se ubicaba al fondo de los rincones más lejanos al estudio, perteneciendo al salón de la fama antigua, dónde actualmente se almacenaron viejos y antiguos documentos, ideas, bocetos, folletos, ect ect. Una infinidad de información sobre los pasos que ha dado la W.B se encuentra justo en esa zona antigua y abandonada.

— Gracias, esa es una bonita forma de alentarnos. — reprocho sarcástico en hostigamiento el Warner, tirando su cabeza hacia atrás con notorio fastidio, estaba aburrido, y solo una locura lo haría recuperase de tan terrible enfermedad — Deberíamos ir, siento la voz llamandonos a entrar y ver y saber y descubrir y....

— Esa voz en tu curiosidad. Él tiene razón, sino somos cuidadosos sospecharan que estuvimos por aquí. — explica, lentamente. No estaba tratando con cualquier adolescente, ese chico actuaba como un niño muchas ocasiones, debía hacerlo entender concretamente para no estresarse —  La zona ha sido clasificada como prohibida, sobretodo para nosotros. Además, meteremos en problemas a Marvin y acabaremos en un embrollo que me da ñañaras solo pensarlo. Así que, te comportas o solo entraré yo.

— ¿Y porqué solo tú? — a ese instante, Yakko ya sentía la necesidad de ponerse en un berrinche infantil.

— Quiero evitar una tragedia. Contigo adentro, la palabra: "cuidado" no existe. — resolvió fácilmente, poniendo fin a cualquier futura escusa absurda. Empieza a caminar, seguida de la mirada llena de desaprobación por parte de Yakko, había reservado demasiado sus energías, ¡Necesitaba hacer una locura ( O una estupidez ) rápidamente!

A los ojos del marciano, la femenina perdía muy fácil la paciencia con Yakko, era ciertamente fastidioso en algún grado pero, tampoco era un villano vil o malévolo. Solo un loco más en ese estudio sin sentido, un humorista incomprendido tal vez, ella debería poseer esa chispa incoherente, sin embargo parecía muy razonable, con una conciencia apegada a la humana, no una artística o de entretenimiento. Puede que ella no fuese creada para diverir. No lo sabía.

Marvin era el único, o quizás uno de los pocos con el conocimiento sobre la existencia de ese lugar olvidado, los trabajadores lo reconocían como el lugar donde podían tomar algún cigarrillo, tener unos segundos en redes sociales, o hasta el motel preferido de los empleados muy unidos que se pican las costillas entre sí. Pero volviendo al tema principal, esa zona debía tener algo útil para la incertidumbre del caso.