#Capitulo 5#

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La temporada de lluvias había traído cierto aroma de bosque que inundaba la nación del fuego, y el término de la guerra le daba un aire distinto al lugar.

Todos los mercaderes miraban con asombro los lugares por donde pasaban Aang y Katara, algunas veces dejando detrás de ellos una serie de murmullos entre la gente.

Katara en sus adentros, comenzaba a pensar en aquello que la tenía llena de dudas, siendo que era la razón por la que había sugerido salir; quería alejarse de todo, que su mente se despejara y pudiera pensar con claridad. Y en aquel paseo a solas con su ahora prometido, buscaba encontrar de nuevo aquello que había hecho salir a ese "Si" de sus labios una noche atrás. Aang por su parte, ya comenzaba a preocuparse; el paseo no era nada como lo había planeado en un principio, la conversación era escasa y cortante, y la cara que Katara mantenía no era de las mejores.

—Katara, ¿Te sientes bien?— preguntó Aang

—¿Qué?— dijo ella, saliendo de su mente y volviendo a la realidad

—Estas algo callada, y tu rostro no es el mejor

—Solo, pensaba

—¿Quieres compartir?

Otra duda a la lista, más esta debía de ser instantánea. ¿Qué decirle ahora?.

La luna, aunque opacada por el brillo del sol, pareció enviarle una salida a la maestra agua, cuando una chica se acercó a la pareja, bastante asustada y conmocionada

—¡Avatar Aang!— mencionaba asustada

—Tranquila, ¿Qué ocurre?

—Es horrible. Algo o alguien ha estado asesinando ganado en el sur durante la noche. Estamos desesperados, ya no sabemos qué hacer— mencionaba ella, efectivamente, desesperada

Aang miró a Katara durante un momento; habia sido casi una promesa que pasaria el día con ella, pero el asesinato de ganado era una situacion que requeria de la atencion del avatar. Ella lo sabía, y le entregó a su futuro esposo una mirada de aprobación.

—Okay, muéstrame el lugar donde la cosa ataca— dijo Aang

La chica, desesperadamente, tomó a Aang del brazo y lo arrastró por el camino que ella había tomado para llegar al lugar, dejando así a Katara abandonada con algunas personas observando a su alrededor.

Tal vez así tenía que ser. Los deberes de Avatar era algo con lo que Katara tendría que vivir si casarse con Aang era lo que deseaba...

Pero... ¿En verdad lo era?

Ya no había sentido para seguir en el lugar, por lo que Katara encontró la razón que necesitaba para regresar con los demás.

[...]

Katara suponía que regresaría al palacio del fuego, pero sus propios pies y sus pensamientos confundidos y difusos la llevaron a terminar en una pequeña playa que había en las cercanías*; la presencia del agua, el sonido del mar, la luz del sol en el horizonte, todo se notaba tan pacifico. Katara sin dudarlo demasiado, retiró las zapatillas que había en sus pies, y casi de inmediato el resto de su ropa le siguió para quedar sobre una roca, dejándola solo con las vendas que cubrían aquello que la hacía mujer.

Se internó en el agua del mar hasta que esta la cubrió por completo, dejándola libre de nadar tranquilamente. En ese momento en donde el agua la cubría hasta la cabeza y donde sólo tenía el sonido del mar y de su propio corazón a su alrededor, fue en ese momento en que recordó lo que la tía Wu le había mencionado acerca de su línea del amor hacia tanto tiempo atrás

"Veo un gran romance para tí con el hombre con el que te casaras. Puedo ver que él es un maestro muy poderoso"

Puede que esa mujer no fuera de tanta confianza, pero eso no evitaba que en su momento Katara le creyera y se emocionara con tan solo pensar en quién podría ser aquel poderoso maestro.

En ese momento, Katara no hizo más que cerrar sus ojos y comenzar a repasar por su mente aquellos momentos que había vivido con aquellos que confundian su corazón, pero de igual manera, regresó las palabras con las que dejó al señor del fuego la última vez que habían hablado, siendo eso algo que la lastimó.

Ese momento para ella podría haber durado mucho más tiempo, pero la necesidad de aire fue lo que la hizo impulsarse a la superficie del agua. Lo último que pasó por su mente, fue aquello que su cuerpo obedeció sin dudar. Regresó a la orilla usando su agua control para regresar más rápido, se colocó su ropa ignorando por completo que esta quedara empapada y sus pies la llevaron corriendo de vuelta al palacio de fuego.

Buscó por todas las habitaciones posibles, abrió cada puerta, pero aquello fue lo que le dio tiempo para que Zuko regresara a su habitación, siendo ahí donde lo encontró al haber entrado sin siquiera tocar la puerta. Él le dio una mirada que aparentaba ser de desprecio, ocultando el dolor que aun cargaba

—¿Qué haces aquí? Deberías de estar camino hacia el polo sur— mencionó él

Él, percibió el momento en que la maestra agua tomó control de algo de su elemento que quedaba en su cabello y en su ropas y cómo lo utilizó para crear un bloqueo de hielo en las bisagras; era prácticamente imposible abrirlo.

Tuvo la velocidad de un espejismo cuando Katara arrancó su collar de compromiso de su cuello, lo arrojó hacia un lado y tomó un paso firme para besar a Zuko. Para él fue algo tan repentino, que no sintió que fuera incorrecto hasta que conectó la mente con el cuerpo

—Lo que dijimos, lo que hicimos... No te mentí ni una sola vez— mencionó Katara con una considerable sonrisa en su rostro

Ella levantó sus manos buscando tocar el rostro del contrario, pero este la detuvo antes de que le pusiera un solo dedo encima

—¿Qué sucedió con eso de "Quiero estar segura de algo de una vez"?— preguntó él

—Bueno, se ve que no lo sabes, pero pase lo que pase, ese punto estable, siempre vas a ser tú— dijo ella

Zuko tenía una vista perfecta de los ojos de Katara, estos reflejaban que lo que decía era verdad; ella le estaba regalando unos ojos de amor que en el momento era difícil recordar si Aang había recibido unos iguales. El señor del fuego usó aquel agarre que tenía en la mano de Katara para acercarla a él y esta vez tener el control del beso.

Era de parte de ambos que se mantenía la lucha porque ese beso se volviera cada vez más profundo y porque este durara el mayor tiempo posible, llegando a un punto en el que las ideas de ambos coordinaron, y la manera en como fueron cayendo prendas poco a poco al suelo, daban una idea de lo que sucedería.

***

*No es broma y no me lo inventé para fines de la trama, en este mapa 100% real no fake se ve que el palacio de la nación del fuego se encuentra bastante cerca de una costa (Yo no lo habría puesto ahí, pero ahí ya está y yo no puedo hacer nada)

*No es broma y no me lo inventé para fines de la trama, en este mapa 100% real no fake se ve que el palacio de la nación del fuego se encuentra bastante cerca de una costa (Yo no lo habría puesto ahí, pero ahí ya está y yo no puedo hacer nada)

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Solo una noche más | Katara x ZukoWhere stories live. Discover now