—Claro. —digo riendo. —Hablando de, a qué se dedican tus padres. —Él me mira con confusión. —No es por que me interese saber cuánto asciende tu fortuna, tranquilo. Es sólo que tienes un Tesla y un Cadillac, me preocupa estar en el auto de un mafioso.

—No, no soy mafioso. Mi abuelo me regaló este auto. Empresarios, en Inglaterra. Mi abuelo tiene varias franquicias, así como algunas empresas en, otros lugares, nada de otro mundo. —Dice.

—¿Tienes hermanos?

—Una hermana. Vive en Inglaterra, con mi abuelo y mi madre.

—La verdad creí que eras hijo único.

—No.

—¿Y tú padre?

—Vive en New York, por el momento.

—Tengo abuelos en New York, la gran manzana.

—¿En verdad?

—Si, padres de mi madre, ella es doctora y mi padre es empresario, te lo comento para que también sepas algo de mi. No quiero que te sientas incómodo con mis preguntas. No tengo hermanos y mis padres están divorciados, pero convivo bien con ambos.

—Doctora en qué.

—Ginecología y obstetricia.

—Oh, vaya. No me sirve. —Dice sonriendo.

—A menos que estés embarazado y no lo hayas mencionado antes.

—No, no. —Dice riendo.

Estuvimos charlando por algunos minutos, y cuando llegaron nuestros amigos bajamos del auto para entrar con ellos.
En la casa hay una barra con dos camareros llena de botellas de licor, vino, champaña y cognac. Hay varias hieleras enormes de cerveza y bebidas. En el jardín, en la sala y detrás de la barra donde están los camareros para preparar bebidas.

Hay luces ultravioletas, mesa de billar, mesas para beer pong, bocinas, varias mesas de botanas y unos meseros encargados de llevar aperitivos. Es una fiesta muy bien organizada, sin mencionar que hay un DJ preparándose para tocar.

Muchos traen traje de baño. Algunos ya se encuentran en la piscina.

Luego de media hora el ambiente se empezó a poner bastante agradable, no sé si era por el alcohol en mi organismo, por el humo de la hierba en el aire, o por el hecho de que Harold se encontraba conmigo todo el tiempo, cuidando de mi.
El sólo decidió beber bebidas sin alcohol. Ya que va a conducir de regreso y no quiere que nos vaya a parar algún oficial. Trae un Cadillac, no planea perderlo por algo tan estúpido.

—¿Gustas? —pregunto mientras le ofrezco de mi cup cake.

—Scarlett, ¿si sabes que esos pastelillos tienen marihuana?  —Pregunta riendo.

—No, llevo cuatro. —digo. —Y me siento bien.

—¿Cuatro?

—Bromeo, es el primero, pero ya. —digo y tiro la mitad sobrante. —Mejor, nos evitamos malas experiencias. ¿Y Oliver?

—Está por la piscina, bailando con Ashley.

—Hey Harold, cómo estás hermano. —le grita un chico del equipo de baloncesto, no recuerdo su nombre. —Oh, pero mira nada más, a la chica de las garras. Te defendiste bien con Chiara, felicidades.

—Gracias. — digo confundida.

—Styles, vamos a jugar beer pong, te quiero en mi equipo.

—Lo siento, debo llevar a Scarlett a su casa después de la fiesta, no quisiera tomar.

Precio AltoWhere stories live. Discover now