Era el amanecer de un día hermoso. Las aves cantaban mientras otras volaban por lo alto. Los primeros rayos de sol se colaban por la ventana de la princesa cuyos ojos aún no querían abrirse.
- Su Alteza, es hora de levantarse. - dijo Carlota, su nana y asistente personal.
- No quiero. - Contestó poniéndose una almohada sobre la cabeza.
- Pero princesa, debe prepararse para recibir a los príncipes que vienen a verla.
- Que quieren ver quién se queda conmigo para volverse rey consorte algún día, querrás decir. - Contestó Samantha molesta.
- Bueno, usted sabe. Yo sólo sigo órdenes.
- No tienes opción igual que yo, Carlota. Por eso sé que entiendes mi mal humor.
- Así es... Sammy. - le dijo en voz baja.
Samantha sonrió. Frente a otros era imposible, pero le había dado permiso a Carlota de llamarla de la forma que de cariño le decían sus padres. Era la persona de su mayor confianza, incluso más que su propia madre.
Se levantó de la cama caminando hacia su guardarropa. Este era enorme. Tenía diferentes repisas con tacones bajos, tacones altos, tenis casuales y deportivos, zapatos, balerinas, botas cortas, botas altas, botas para la lluvia, patines de hielo, de 4 ruedas.... cada uno de mínimo 5 colores diferentes.
Todo esto sin contar la infinidad de conjuntos formales, vestidos, sombreros, faldas largas y cortas, blusas de manga corta y manga larga y... una sudadera blanca. Sólo una sudadera, pero ESA era su favorita.
Aunque claro, que esa no podría ponérsela hoy. Su madre la ahorcaría.
- ¡Carlota, no sé qué ponerme!
- No te preocupes, tu madre ya me dijo lo que deberías ponerte.
- Ni para qué te dije. Ching..
- ¡Princesa! - Dijo Carlota regañándola.
- Ya dime qué es para irnos pronto. - Contestó Samantha fastidiada.
- Estoy segura que tu ánimo cambiará al saber que han invitado... a cierto fotógrafo alto y de lentes a la ceremonia...
A la princesa se le pintaron de rojo las mejillas y una gran sonrisa apareció en su rostro.
- ¡¿ES ENSERIO?! ¡AAAAAAAAAH! - Gritó de felicidad.
- ¡Ya ya ya! ¡Suéltame o nos tirarás al suelo!
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El récord de su vida. Sólo habían pasado 20 minutos y ya estaba arreglada. Carlota sentía que la había maquillado y peinado rápido como si una bomba fuera a explotar si no acababa antes de que el conteo terminara. Su idea era hacer todo con más calma, pero el ánimo de Samantha se lo impidió.
Quiso admirar su obra maestra una vez más.
La princesa salió de la habitación portando un vestido beige con tirantes a los hombros que quedaba debajo de sus rodillas. Unos tacones altos y aretes largos color dorado le completaban su look junto a unos rizos que sobresalían de la media coleta que le habían hecho.
- Seguro dejas sin palabras a Osvaldo, eh. Y si no es así, luego tú me dices dónde enterrar su cadáver.
- ¡Ay Carlota! Nunca reaccionaría de esa forma. Es algo tímido y lo sabes.
- ¿Quién? - Llegó preguntando la reina Ariadna.
Samantha se quedó helada viendo a su madre, menos mal no estaba sola.
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+ QUE UNA AMISTAD - El Mariana x Rivers
Любовные романыConjunto de historias cortas creadas por mí sobre el Mariana y Rivers volviendo su relación de amigos a algo más. Diferentes universos, mismo dúo. ¿Será amor correspondido? Primer Edición ♡
