+ QUE UNA AMISTAD - El Mariana x Rivers

♡ El nuevo alumno ♡

Miraba por la ventana mientras no dejaba de sentir el nudo en su estómago. Estaba por empezar clases en una preparatoria diferente ahora que su familia había decidido mudarse a Monterrey. Nunca fue muy sociable, al contrario, era muy observador y algo callado.

- Que tengas un muy buen día, hijo. - Dijo su madre mientras frenaba frente a la institución.

- Gracias, ma. Te veo alrato.

Bajó del auto mientras veía al montón de gente amontonada cerca de la entrada. Bajó la vista y caminó lo más pronto que pudo hasta adentrarse en aquél lugar. Estaba por llegar a su casillero cuando escuchó al final del paseo.

- ¡PELEA! ¡PELEA! ¡PELEA! 

Genial, su primer día y ya le tocaba ver un pleito que todo mundo aplaudía. Se sentía incómodo, pero pudo más su curiosidad. Era bastante alto, así que caminó hasta estar detrás de un grupo de alumnos. 

En medio del gran círculo que se había formado se encontraba una chica alta y rubia que usaba minifalda y tacones mostrándose con actitud altanera ante la figura más baja frente a ella. No mentiría, aquella chica le había parecido bastante atractiva, "alguien inalcanzable para él" pensó. 

La otra chica era de estatura baja, de ojos color chocolate, portaba unos jeans oscuros rotos, tenis negros y una hoodie blanca a pesar del clima cálido que se sentía en el exterior. Si algo le llamó la atención a Osvaldo era la calma con la que aquella chica se miraba. A pesar del escándalo y los insultos que empezaba a lanzarle la rubia, su cara parecía indiferente a todo a su alrededor.

- Eres más cobarde de lo que pensé, Sammy. Con ese "gusto" tuyo para vestir, con razón Daniel nunca te hizo caso. 

El mencionado era el portero del equipo de fútbol de la escuela. Uno de los chicos más guapos, según las pláticas de chicas de los pasillos.

Al escuchar aquello, el tal Daniel sonrió con burla y el resto de su equipo gritó un "¡UUUUUH!"

- ¿Ya acabaste? Tengo clase. - Respondió Samantha secamente empezando a caminar.

- Llegará el baile y... ¡ADIVINEN TODOS QUIEN ESTARÁ SOLA OCULTA EN LOS RINCONES! - Gritó la rubia.

Una respuesta al unísono gritando "¡SAMMY!" y carcajadas se escucharon de parte del equipo de fútbol y de las 2 mejores amigas de Adriana, la rubia escandalosa. A Samantha no le gustaba que otro que no fuera su madre le llamara de ese modo y todos lo tenían claro, desde luego el afán era joderle el día.

Caminó lo más tranquila que pudo hasta su salón. Una vez dentro tomó asiento en las sillas al fondo. Siempre se sentaba ahí junto a su amiga Rocío, pero esa semana ella no asistiría por un viaje familiar. Los demás preferían estar lejos, la creían rara o le tenían miedo. 

Osvaldo entró al salón sorprendido de sólo encontrar a aquella chica castaña al fondo del salón con la mente ocupada viendo su celular. Dudaba, pero dentro de él algo le decía que se acercara y así lo hizo. 

- Hola. 

- ...........

No hubo respuesta, pero la chica le lanzó una mirada curiosa alejándose un poco de su celular.

- Eres la que estaba en medio del pleito en el pasillo ¿no? 

- ¿Y tú eres? 

- Oh, sí, me llamo Osvaldo. ¿Y tú?

- Samantha.

- Hey, mucho gusto. Soy nuevo, así que...

- ¿Ya conociste la escuela? - Preguntó Samantha interrumpiendo.