Incluso Cuando Seamos Fantasmas

capitulo 2

Mentiras y mentiras.

Él había dicho esas palabras con tanta sinceridad que ella no supo en dónde esconder esa risa escandalosa que se moría por salir.

Luz apretó los labios con todas sus fuerzas.

—¿Quién te hizo tanto daño?— su cara ya estaba roja de las muchas ganas de reír que tenía.

—Esto es ridículo.

Él se levantó de la cama y fue a la puerta del dormitorio, la chica lo siguió entretenida con la situación.

Molestar a Rhey es la mejor manera que ha tenido en su vida para divertirse, las caras que él hacía en todos los rostros que ha tenido... Es alucinante, fascinate, exitante, lo mejor de la vida. Aunque morir también lo es. El privilegio que tienen de no morir nunca es mejor que hacer enojar a Rhey. No, a quien engaña, molestar a Rhecito es mejor.

Cuando pasaron por la sala sin decir nada,  ella ya está controlando su euforia, pero cuando Rhey fue a abrir la puerta principal ella se atravesó en su camino.

—¿Ya? ¿Así? ¿Te vas?

—Sí.

Él no tenía ganas de jugar, y eso era preocupante.

—Rhey, hablemos, te juro que no me río.

Rhey analizó la cara de la chica minuciosamente, buscando  la verdad en sus ojos. Y pereció encontrarla, porque retrocedió un paso.

—Ve a vestirte, hay un café cerca.

Luz había olvidado por completo que andaba media desnuda, le sonrió con picardía al chico y corrió a ponerse algo.

Lo primero que hizo fue encerrarse en el baño para limpiarse la sangre de la cara, cuando salió se quedó con la remera que traía puesta y lo único que hizo fue ponerse una falda de flores amarillas y unas zapatillas. Corrió por la habitación hasta la sala y le sonrió al chico que esperaba en la puerta, él solo le dió un rápido vistazo antes de mirar a otro lado.  Rhey ya se había limpiando la sangre. De alguna manera.

—Vamos—dice ella.

Él asiente con la cabeza, cuando están a punto de salir, Luz recuerdó algo. Corriendo regresó a su cuarto y buscó entre sus tantos gorros el indicado, vió uno de color mostaza, es estilo boina. Va corriendo otra vez a la entrada mientras se lo coloca allí arriba.

—Vamos—vuelve a decir.

Rhey solo la mira confundido y maravillado. vuelve a asentir, más lento que la primera vez.

Después de eso bajaron las escaleras del edificio y fueron andando al café.

Bueno, Rhey fue andando. Luz iba casi dando brinquitos.

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Raro no sería la palabra con la que se describiera a los porta vida.

Ellos Son unas entidades a las cuales se les otorgó el don de rencarnar en cuerpos nuevos y mejorados en cada vida. Su misión era matar a los otros porta vidas, fue una tarea difícil, porque no todo los porta vidas son buenos, hay una especie especifica que se les llama los portales.