•SOLO NOSOTROS•

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Una canción de TWICE despertó a Jeongin de su profundo sueño, luego de comprar con Minho, El castaño se desplomó en su cama de cars.

Si, la familia de Jeongin no tenía mucho dinero ya que se suponía que el padre de él tendría que pagarle los estudios y comida, pero simplemente abandonó a su familia para no hacerse cargo de sus hijos, por esa razón el castaño aún seguía con una manta de cars.

La canción que salía del celular era "Dance The Night Away" la favorita de Jeongin, se la puso precisamente para despertarse animado y con buenas energías, pero en ese momento, después de haberse visto casi todos los programas de supervivencia para convertirse en idol y más encima con un sueño que te mata, comenzó a bailar semi-dormido mientras que su mamá desde el otro lado de la puerta grababa a su hijo sin polera, con sus calcetines de bob esponja y unos shorts de dinosaurios bailando una canción de TWICE pensando que estaba en una prueba.

Cuando la canción termino, Jeongin se quedó mirando una de sus pantuflas de perrito que se encontraba tirada en el suelo sin el otro par ya que quien sabe a donde la tiro el castaño cuando se hacia el idol.

Casi cae dormido otra vez pero su segunda alarma sonó denuevo, ya eran las 7:57 y Jeongin aún ni siquiera podía abrir bien los ojos.

-¡¿7:57?!- Gritó mientras corría a su armario para sacar su uniforme, casi cayéndose en el camino.

Cuando termino de vestirse, salió corriendo de su cuarto hasta la puerta de la casa, tomando un pan quemado que le dejo su mamá en la mesa antes de irse a trabajar.

Cuando pudo salir a la calle, sintió que el mundo lo odiaba, estaba viendo como el autobús que lo llevaba todos los días a la escuela se estaba yendo.

-Estas cosas solo me pueden pasar a mi.- Se quejo el castaño mientras comía su pan con rabia.

Jeongin sabía que tendría que caminar pero ya casi era media hora en autobús, caminando se tardaría 3 horas.

-¡Innie! ¿Por que estás aquí aún?- Una vos conocida para Jeongin hablo, al darse vuelta pensó que había visto a un Dios frente a sus ojos, su salvador.

Minho estaba detenido en la calle encima de una gran moto negra con plateado, con su mochila en la espalda y su pelo desordenado, se veía demasiado perfecto como para ser verdad, Jeongin incluso pensó que estaba alucinando.

-¡Minho hyung!, perdí el autobús... ¿Desde cuando andas en moto?- Pregunto el menor sonriendo de oreja a oreja mientras miraba sus zapatillas sucias por la vergüenza que tenía de que su hyung lo viera comer pan quemado con todo el uniforme desordenado y su pelo casi que con vida propia.

Minho simplemente se limitó a reír mientras miraba al apenado Jeongin que comía pan quemado y sonría avergonzado.

-Sube, vamos a llegar tarde.- Hablo Minho sacando otro casco de su mochila, haciéndole espacio al menor para que se subiera a la moto.

Jeongin no lo pensó dos veces y fue corriendo hasta subir a la moto de su hyung y ponerse el casco, el cual le quedaba un poco grande.

-Sujétate de mi cintura.- Explicó Minho sonriéndole cálidamente al menor tras notar su nerviosismo al subirse a la moto.

El castaño se aferró fuertemente a la cintura del mayor, respirando profundamente antes de asentir con la cabeza en señal de que podía empezar a conducir.

Minho no estaba yendo a una velocidad muy rápida ya que tenía miedo de que Jeongin se asustara o algo por el estilo, pero al ver como este sonreía de oreja a oreja mientras cerraba los ojos para sentir el viento en su rostro, comenzó a aumentar de a poco la velocidad.

Jeongin se sintió tan libre estando en la moto junto con Minho, se sintió verdaderamente feliz, le gustaba saber que Minho se había convertido en un gran amigo para él y sentía que podía ser el mismo.

(...)

Cuando llegaron al colegio, el inspector los retó un poco pero los dejo pasar con una advertencia, Jeongin estaba muy preocupado por lo que podría pasar pero al ver la cara de Minho, el cual se estaba aguantando la risa, sonrió un poco, haciendo que el guardia se enojara aún más por faltarle el respeto.

Mientras caminaban por el patio para llegar a su sala, Minho agarro de los hombros a Jeongin, guiándolo hasta unos árboles.

-Nos toca con el profe NamJoon.- Explicó Minho mientras se sentaba en el pasto, apoyado en el tronco de uno de los árboles y con su mochila en sus piernas.

Jeongin comprendió porque su amigo se escondía, ya que el profesor NamJoon era demasiado exigente con las horas de llegada y de seguro los dejaría haciendo plancha en los pasillos por el resto de la hora.

El castaño asintió y se sentó al lado de su mayor, el cual tenía los ojos cerrados y los brazos cruzados.

Jeongin sacó un cuaderno y comenzó a estudiar, ya que estos últimos días no había prestado mucha atención en clase pero había tomado muchos apuntes.

Ambos chicos habían estado en la misma posición durante mucho tiempo, estaban muy cómodos ambos hasta que sonó el timbre para avisar que la clase había terminado y podían salir a receso.

-Voy a ir a ver a Jisung, nos vemos luego innie.- Hablo Minho levantándose y ayudando a su amigo a levantarse del pasto mientras sonreía de oreja a oreja y sus ojos le brillaban.

Antes de que Jeongin pudiera decir algo, vio la silueta de Minho salir casi corriendo a buscar a aquel chico de mejillas lindas.

El castaño tomó sus cosas y se fue de ese lugar, mientras escuchaba música, caminaba por afuera del gran colegio, era un lugar que nunca antes había visto y se notaba medio abandonado pero aún así siguió caminando, aunque sintiera una mala vibra.

-Ahí va el mariquita.- Escuchó Jeongin de alguien que hablaba atrás suyo pero antes de poder voltear, sintió como su rostro se pegaba al suelo y su nariz comenzaba a desprender un líquido rojo.

TRACKS •Hyunin•Where stories live. Discover now