Rayo de oscuridad

La media noche

Un estruendoso susto despertó a la chica quien con angustia pensaba que era realmente tarde hasta que con cautela ató su cabello rubio y se acercó a la puerta para salir lentamente de su habitación y pasar por un largo pasillo lleno de guardias, pero esto no fue obstáculo para ella ya que era muy ágil para pasar desapercibida pero antes de llegar a la salida, pasó del lado de una gran habitación en la cual la voz de su padre y la de otro hombre salía de ella; por lo que se detuvo a chismosear un momento

Entiende que no puedo evitar que ellos sigan viéndose, ¿y qué si son los chicos de las profecías?, ¿y qué si son nuestra liberación?- sostuvo una voz firme-

Tonterías, mi hija no será parte de esto y no es parte de absurdas profecías, hazlo por tu hijo, esto está mal y les hace daño a los dos-escucho salir de la boca de su padre-

Ella con asombro supo que se trataba de Blagden y de ella por lo que decidió no seguir escuchando y salió del castillo para poder llegar a la línea.

Justo cuando logró llegar vió al joven pálido sentado sobre el pasto de su lado.

Blagden-dijo ella con su voz estruendosamente agitada-

¿Qué pasa?, otra vez tarde, ¿está todo bien? -se puso de pie frente a la chica.

Creo que mi padre y el tuyo hablaban sobre nosotros en el castillo- dijo mientras no apartaba la mirada de él esperando respuesta- dijeron que debíamos alejarnos y tú padre habló sobre unas profecías- se detuvo al momento en que Blagden tomó la palabra.

¿Profecías?, ¿de qué profecías hablas?- la miró completamente confundido.

No lo sé, pero debemos irnos, lejos hasta que sepamos la verdad-miro al joven con esperanza en que haría lo que había ya mencionado.

-Blagden sostuvo el pensamiento mientras veía a ella y al suelo constantemente hasta que por fin abrió su boca- bien, solo vuelve al castillo por cosas necesarias y yo haré lo mismo, corre.

-la chica lo vio darse la vuelta y ella corrió al castillo por lo que el chico había mandado.

Por otro lado, el joven mendigaba demasiado en sus pensamientos haciendo que varias preguntas llegaran a su mente.

¿Qué hacía papá de aquel lado?
¿Qué profecías?
¿Era correcto escapar?

Tras estas preguntas el hizo completamente lo mismo que la chica y se encaminó a la línea hasta que su único obstáculo fue uno de los guardias el cual perezosamente se adormilaba.

El sabía que con cualquier ruido podría ponerlo alerta por lo que tomo la máxima precaución para pasar, mientras caminaba la tensión recorría todo su cuerpo hasta que logró pasar y llegar con la chica.

Hera, vamos ya- estiró la mano a ella.

Bien, aquí vamos- tomó la mano del chico y se adentraron a una gran caminata en medio de la noche.

Iremos tan lejos que podremos tener tiempo para descubrir qué pasa aquí-dijo el chico.

Estaremos bien, ¿cierto?-volteó su mirada al chico.

Claro que lo estaremos, lo prometo-la miro a los ojos dándole confianza.

Y así siguieron los chicos durante la noche, sin rumbo y hablando sobre sus vidas.

Por otro lado, los reyes lograron darse cuenta de la ausencia de sus príncipes.