𝒊𝒏𝒎𝒐𝒓𝒕𝒂𝒍𝒔 [Cʜᴀsᴇ Dᴀᴠᴇɴᴘᴏʀᴛ x Fᴇᴍ Oᴄ] EN EDICIÓN

06. Preparativos

CHARLOTTE

Miré orgullosa todo los bocetos que tenía dibujados para el baile del sábado. Nos quedaban dos días, pero ya teníamos la decoración y el tema. Ahora solo faltaba prepararlo todo. Le pedí ayuda a Max, Adam y Bree. Ellos podían colocar las cosas más pesadas y Bree podía colocarlo todo más rápido que nadie.

Una vez terminaron, miré el gimnasio. Realmente habíamos escogido una temática preciosa "Un cuento de hadas". La gente nos felicitaba por los preparativos y por cómo había quedado todo. Realmente habíamos hecho un trabajo increíble.

-Hola, Charlie.- dijo un chico a mi lado.

-Hola Trent.- saludé contenta mientras guardaba mis bocetos.

-¿Te gustaría venir conmigo al baile?

-Me encantaría, pero es que ya tengo pareja.- sonreí un poco nerviosa.

-¿Quién es?- preguntó.

-Chase.

-Oh, fíjate por donde, no me sorprende.

-¿A qué te refieres?- le miré curiosa

-Vamos, está claro que le gustas un montón. Se nota a la legua.- me crucé de brazos.

-No inventes, Trent.

-Dicho y echo, jefa, pero no soy el único que se da cuenta.- se despidió de mí me quedé observando a Trent mientras jugaba con mis anillos.

Me fui a clase y no podía dejar de pensar en lo que me había dicho Trent. Lo de Chase no podía ser verdad. No era verdad. Se lo había inventado o se habría imaginado cosas donde no las había. Cuando terminé el instituto, Sara, Bree y yo fuimos a comprarnos la ropa del baile.

-Bien, chicas. La temática es "Un cuento de hadas"- dijo Sara delante nuestra.- Por lo que necesitamos vestidos de fantasía.- levanté la mano.

-¿Cuenta un vestido con mariposas?

-Claro que sí.- dijo Sara mirándome.- Mientras el vestido no sea una mariposa.

Mientras miraba los vestidos colgados en el perchero, no podía evitar sentirme emocionada por el baile del sábado. El tema de "Un cuento de hadas" realmente había despertado mi imaginación y estaba segura de que sería una noche mágica.

-¡Chicas, mirad este vestido!- exclamó Saya, sosteniendo un precioso vestido azul con detalles de encaje plateado. 

-Oh, es perfecto para ti, Sara. si te compras una pequeña tiara, serás como una princesa.-comentó Bree emocionada mientras admiraba el vestido.

-Es precioso.- dije.- Creo que si te recoges e pelo en un moño desordenado, estarías increíble.- Sara sonrió.

-Sois las mejores.

Asentí con entusiasmo, pero mi atención fue capturada por un vestido verde de tul con magas que caían por los hombros. Por todo el vestido tenía cosidas pequeñas mariposas rosas. No pude evitar acercarme a él y acariciar la suave tela. Cogí el vestido y me lo probé, con suerte, tendrían de mi talla.

-Dios mío, Charlie.- Bree se tapó la boca.- Estás increíble.- me agarró las manos.

-Realmente es un vestido sacado de un cuento de hadas.- sonreí.

-Me encanta como me queda. Me lo compro.

-Buena elección.

Mientras observaba a Saya buscando algún colgante con el vestido, noté que Bree estaba mirando un vestido rosa palo con delicados detalles de hojas plateadas.

-Chicas, ¿qué os parece este?-preguntó Bree, mostrando el vestido con emoción.

-Es increíble, Bree. Te hará lucir como una mismísima hada.-afirmé, impresionada por lo bien que el vestido le combinaba con su cabello moreno y ojos marrones.

-Bien, pues a pagar.- saqué la tarjeta que puede que le hubiese robado al Sr. Davenport y pagamos los vestidos. 

Cuando llegamos a casa, las tres nos los probamos y nos quedamos mirándonos en los espejos. Subí a la cocina, agarré palomitas y bebidas y volví a ir al probador de Tasha. Nos sentamos en el suelo y empezamos a comer la comida.

-Esto sí que es un cuento de hadas.- dije metiéndome un puñado de palomitas en la boca.

-Amén, hermana.- dijo Saya dándole un sorbo a su bebida.

-¿Qué estáis haciendo?- Tasha apareció delante nuestra.

-Vivir un cuento de hadas, ¿te unes?- le preguntó Saya.- Póngase su vestido de novia.

-Enseguida vuelvo.- salió corriendo de allí y cuando volvió, apareció con el vestido blanco con decoraciones plateadas en la falda.

-¿En serio te fuiste con el Sr. Davenport?- dije.- Podrías haberte casado con quien quisieras con ese vestido.

-Gracias, Charlie.- la mujer me abrazó.

Nos quedamos en silencio comiendo los restos de palomitas y los refrescos. Una vez terminamos, las cuatro nos volvimos a poner nuestra ropa normal y nos fuimos al salón. Allí, estaba Adam agarrando de la solapa a Chase.

-¿Se puede saber que está pasando?- elevé mi voz.

-Chase tiene mi iPod.- me rasqué la nuca.

-Adam, ya hemos pasado por esto.- dije.- Bree tiene tu iPod.

-Ah sí, se me olvidaba.- lanzó a Chase por los aires y aterrizó sobre mí.

-¿Estás bien?- le pregunté.

-Sí, gracias.

-Bien, pues ahora quita tu codo de mi estómago.- se levantó rápidamente.

-Lo siento.

-No pasa nada.

-¡¿Qué acaba de pasar?!- gritó Sara.- Adam ha lanzado a Chase por los aire, ¿cómo es posible?- mierda.

-Es que peso muy poco. Y Adam hace mucho deporte.- Sara asintió no muy convencida.

-Debería irme ya, Max está en casa y está solo. La última vez que eso pasó, se comió mis llaves de casa.

-¿Cuándo fue eso?- pregunté curiosa.- Habrá sido cuando erais pequeños.

-Hace una semana. Hasta mañana.- salió de allí y yo agarré a Adam y a Chase por las orejas.

-Sois unos descerebrados. Saya casi descubre nuestra biónica.

-Perdón Charlie // Lo siento Lottie.- dijeron a la vez.

-Habéis tenido suerte. Que no vuelva a ocurrir.