𝐀𝐫𝟏'𝐬: 𝐌𝐨𝐝𝐞𝐥𝐢𝐧𝐠 𝐀𝐠𝐞𝐧𝐜𝐲 -𝒮𝓅𝒶𝓇𝓉𝑜𝓇

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En el centro de una gran ciudad se encontraba un chico de ojos color miel y cabellos claros de nombre Andrés .No había dormido en toda la noche debido a la emocion que sentia, su —ahora jefe.—

Le específico un par de detalles para concluir su charla, indicaciones obvias para el mejor de la clase, ta les como llevar ropa cómoda llegar completamente depilado de pies a cabeza y estar recién bañado. No eran cosas que le emocionaba del todo, pero eran obligaciones que debía seguir para cumplir su gran sueño "Ser el modelo estrella", un mérito otorgado al mejor modelo no solo posando, si no también siendo responsable, educado, y sin queja alguna. Era un merito super anhelado por todos los modelos del lugar.Se miro al espejo para observar su figura, envidiable como siempre, y su casual outfit. Una sudadera celeste y pantalones negros ajustados-

 —Tranquilo Andrés, relajate un poco— Se dijo a si mismo, intentando tranquilizarse.— Tienes que dar una buena impresión.—

 Arreglo su cabello con sus dedos, muy cuidadosamente. Tomó su sudadera y la subió un poco al igual que sus pantalones.Como decisión personal, solo comió una manzana para no hincharse y estar apenado.Tomo su celular un pequeño bolso con otro conjunto de ropa, cepillo de dientes, etc y salió de su casa para dirigirse al estudio asignado.Salió tranquilamente y al cerrar al puerta observó una camioneta negras fuera de su casa, se asustó un poco. Observó unos momentos las camionetas frente a su casa. Quiso evitarlas, pero un hombre con un traje negro, y con una elegancia increíble, bajó de vehículo y se acercó a él. 

— Buenos días, Joven Saavedra. Tenemos la orden del presidente Coronel de llevarlo a la agencia. –

 ¿Había escuchado bien?El mismísimo Ari Coronel había enviado a gente para llevarlo... No se lo podía creer.Tal vez sería algo absurdo seguirlos sin una fuente que confirme aque-Olvidenlo, el logo de la agencia estaba pintado en un costado de la camioneta.Miró unos segundos al hombre antes de asentir. Subió y el hombre cerró la puerta.

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 Bajó del vehículo y observó al rededor. De verdad había sido llevado a la agencia por gente enviada por Ari-Se despidió educadamente del chófer y entró al edificio. 

— Buenos días, ¿en qué le puedo ayudar? –

 preguntó la recepcionista del lugar.Él le dijo que era nuevo y no tenía totalmente claro que debía hacer o a donde debía ir. 

— Bueno, podría ir a hablar con el presidente, ¿quiere que lo llame? –preguntó ella con la mano sobre el teléfono.

Andres negó rápidamente. 

— Solo necesito saber dónde queda la sala de sesión de fotos...–

— Oh, está bien – dijo la chica y le dió las indicaciones de como llegar. 

 Él agradeció y se dirigió a donde debía ir. 

 Una vez frente a la puerta de la sala, suspiro y calmó sus nervios. 

Abrió un poco la puerta y entró. 

 Algunos de los modelos, que estaban preparándose ahí, voltearon a verlo. 

 Los miró nervioso. Pero aquellos nervios desaparecieron cuando ellos lo saludaron amablemente.

Minutos después de estar parado como un poste por la vergüenza. Intentaba darme ánimos para pedir información o hablar con el resto de modelos. Estar temblando en una esquina no demostraba nada de profesionalismo.

Tome el valor para caminar un poco por el estudio, podías ver lindas chicas con hermosos vestido posando, con un fondo blanco atras de ellas, caminaba tranquilamente, y sin querer entre a un cuarto que decía "Solo personal autorizado", 

Claramente que entro.—

Habia escuchado que una modelo afortunada tendría una sesion de fotos para Elle, una revista famosa internacionalmente.

Y no las malas voces no fallaban, vi a una chica de piel blanca y cabellos amarillos y unos hermosos ojos verdes. Pero también vi a un joven de pelo negro, que estaba de espaldas. Al parecer dándole indicaciones a un peluquero, pero no de la manera más amable posible...

—¡Te pedí una cola de caballo alta!—En su tono de voz se notaba el enojo y el estrés que sentía, lo ultimo que haria seria hablar con el.—

—Lo siento señor...—Dijo con su voz temblorosa, tenía en sus manos un peine que se notaba baste profesional. por así decirlo, que segundo después se le callo al piso. Porque el pobre chico temblaba demasiado.—

—Que no se vuelva a repetir.—Se agacho para tomar el peine del piso y lo entregó al peluquero y se fue.—

Me di la vuelta e intente irme como si nada hubiera pasado, intentando ser lo más cauteloso posible, no debía de estar alli, sali rapidamente de la habitación pensando que nadie me había visto o escuchado. O almenos eso creia yo.

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—¿Sabes que es de mala educación escuchar conversaciones ajenas?.  Ademas no deberias estar aqui.—

Me congelé en mi sitio... Era mi primer día y ya la estaba cagando. 

 — Voltéate, te estoy hablando. – dijo él seriamente. Su tono de voz era frío, le hizo temblar. 

 Los nervios invadieron su ser, "¿Y si me despedían?", pensó 

 Se volteó lentamente con una sonrisa nerviosa. Aunque se sorprendió mucho al ver cómo la expresión del hombre de cabellos azabache cambiaba a penas lo vió. 

 Él no lo sabia, pero ya todos sabían quien era el favorito del presidente.