Capitulo 8 (Parte 1)

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Pov Claudio

Silverio y yo despertamos al mismo tiempo, eran las 10:18am, así que queriamos sorprender a los demás con el desayuno hecho. El olor a huevo y tocino invadió toda la casa haciendo que uno a uno fuera bajando al comedor.

-¿Y Emilia? -Dijo Ulises.

-Chicos, vamos, ya la conocen. Le encanta dormir hasta tarde. -Dijo Machu.

-¡No por mucho! -Dijo Ulises quien le lanzo una sonrisa cómplice a Pablo, quienes fueron por un vaso con agua fria y se dirigieron a la habitación de Emilia. Supuse que se lo lanzarian, de solo imaginarlo me divertia la escena, ya que ella había jugado sucio también conmigo.

Pablo y Ulises bajaron corriendo, unos pasos atrás venia Emilia.

-Ja, ja, ja, sigan riendo, yo ya me encargaré de ustedes. -Dijo refiriéndose a Ulises y Pablo.

-No seas tonta y ven a desayunar.- Dijo León riendo.

Ella se sentó y tomó su desayuno.

- ¡Vamos, terminen rápido, que quiero ir afuera! -Dijo Ulises.

Salimos de la casa lo más pronto posible, mientras, una pelota pasó por nuestro lado, un chico se acercó y miró profundamente a Emilia.

-¿Se te perdió algo? -Dijo seca.

-Si, es que me perdi en tus ojos. -Dijo el chico muy coqueto.

-Ja, ja, ¿no tienes un "halago" más viejo? -Dijo
mientras se alejaba, la expresión de este se torno un poco confundido y algo sorprendido.

-Ya dėjala viejo, es mía. -Dije dándole palmadas de consuelo en su hombro, con un tono solo audible para nosotros dos.

Cuando llegamos al lugar acordado alguien ofreció una magnifica idea.

-¿Qué les parece un poco de competencia?, juguemos un partido de voleibol -Dijo León emocionado.

-Y los perdedores harán lo que los ganadores digan. -Dijo Emilia, con una de sus sonrisas que reflejaba que tenia un plan.

-¿Qué esperamos? Vamos a formar los equipos. -Dijo Silverio.

El primer equipo eran León, Ulises, Machu y yo, el segundo Pablo, Silverio y Emilia.

-Esperen, estamos incompletos. -Dijo Ulises

-No te preocupes, necesitaran de uno más porque les daremos una paliza. -Dijo Emilia.

Nuestro equipo lo tomo como un reto así que nos formamos para empezar el partido. Machu arrojó el balón, el equipo contrario respondió el ataque, así pasaron varios segundos hasta que Emilia hizo una anotación, ahora esto si era personal, me tocaba sacar a mi, lo hice tan fuerte como pude, pero Silverio llegó y la devolvió, obligando a Ulises a saltar para que no hicieran punto. El marcador iba 7-5, ellos iban ganando, pensé en que podía lograr si Emilia hiciera todo lo que yo le ordenara.

-Vamos niñas, no teman, no se les estropeara la manicura. -Dijo Emilia con una sonrisa burlona

Si tenía que hacer lo que yo le dijera le haría pedir disculpas por todo lo que me ha hecho, la oferta era tentadora así que empecé a jugar enserio. El marcador iba 9-9 el que anotara el numero 10 era el equipo ganador, Silverio le lanzó la pelota a Ulises, Ulises a Pablo, Pablo a Machu, Machu a mi y yo fui el anfitrión de la última anotación que nos llevó a la victoria.

-Eso es trampa. -Dijo Emilia furiosa.

-Pero fue idea tuya que nuestro equipo tuviera cuatro integrantes. -Dijo Machu.

-¡Quiero la revancha! -Exigió Emilia con un tono más alto al anterior.

-Acéptalo, eres la perdedora, ahora tendrás que hacer lo que nosotros te digamos. -Dijo León guiñándole un ojo.

-Si eso es lo que quieren. -Dijo dirigiéndose al mar, yo quede paralizado al ver el vaivén de sus caderas.

La tarde pasaba y cuando decidi ir a hablarle a Emilia, un chico se le acercó, era el mismo que le había hecho el "halago", se sentó al lado de ella precisamente, empezaron a hablar, ella reía con ese sarcasmo que usaba cada vez que me insultaba, la plática seguía, todos los chicos estaban en lo suyo, estaban tirados en la arena recibiendo el sol. Yo estaba sentado a un lado, aquella plática alzaba su tono de voz.

-¡Alejate! -Dijo Emilia. Haciéndolo a un lado.

-Ven pequeña, no te hare daño.- La rodeo por la cintura bruscamente.

-¡He dicho que te alejes! -Intentó zafarse de él pero fue inútil.

El chico se fue acercando a ella para besarla, no me agrado la idea y corri hacia ella, antes de que llegara ella ya lo había derribado de un golpe en la entrepierna, el chico se retorcía en el suelo mientras ella lo amenazaba:

-¡Vuélveme a tocar y te rompo la cara! -Dijo Emilia.

-¿Estás bien? -Pregunté mientas la ponía tras de mi.

-Si, no te preocupes, estoy bien. -Dijo ella acomodando su cabello.

-En serio me preocupaste, crei que se iba a sobrepasar contigo.

-Gracias por preocuparte, pero yo podía manejar sola la situación, -Me dedicó una hermosa sonrisa.

-Lo sabía pero quería estar seguro. -Lo pensé dos veces y le dije-Tú sabes nadar muy bien, ¿te molestaría enseñarme? -Dije un poco avergonzado, de seguro iba a reir.

-Claro, empezamos ya.- Asenti con la cabeza y nos dirigimos a la orilla.

-Vamos más al fondo, ¿si?-Dijo ella, con una sonrisa en su rostro, pero me dio un poco de miedo ya que no conocía los limites de esta chica, y en realidad, yo no sabia nadar.

-Es fácil, sólo debes agitar tus piernas y brazos, vamos intentalo. -Después de fallidos intentos logré hacerlo.

-¡Lo hiciste! -Dijo sonriéndome.

-¿Viste que fácil es?... -Dije levantando una ceja.

-¿Qué es fácil? -Dijo confundida.

-Pues llevarnos bien, ¿ves que no es difícil?

-No te acostumbres, sólo te devolví un favor. -Dijo nadando hacia la orilla.

-Recuerda que me debes una apuesta. -Ignoro mi respuesta.

-Vamos, entremos a la casa, los chicos están adentro y ya se hizo de noche.

-Está bien, entremos. -Dije resignado.

Cuando entramos a la casa, los chicos estaban viendo una película, pero todos estaban dormidos. Estaban cansados- pensé. Emilia y yo los levantamos para que se dirigieran a sus habitaciones.

QUE COMIENCE EL JUEGO (CLAUMILIA)Where stories live. Discover now