Mi lado oscuro

Una mala noche

Caroline se sentía desconcertada, ese chico con esos hermosos ojos la había cautivado, como no hacerlo, sus ojos azules parecidos al océano, la hacían perderse en ellos, la intensidad de su mirada era lo peor, la forma en la que él la miraba era cautivadora la hacía sentir intimidad.

Como era posible que alguien que apenas conocía la hiciera sentir todo eso, hace casi 6 meses que se había prometido a sí misma no volverse a ilusionar con cualquier chico que se apareciera en su camino, pero él con su bella sonrisa la hizo recuestionarse ello. No pensó claro que no cabeza fría Caroline, por muy lindo y cautivador que sea ese hombre, ella debía estar enfocada en sus estudios, los hombres eran una distracción de su plan, ya lo había comprobado con Tayler, así que no, definitivamente no.

- "Tierra llamando a Caroline" - alguien hacía señas a su alrededor, sacándola de sus pensamientos - "Tierra llamando a la astronauta Forbes, concéntrate en tu alrededor"

- "Lo siento Bekah, estaba distraída, ya sabes....." - no sabía qué decirle a su amiga, que le diría, que estaba pensando en lo sexy que se veía su hermano, en que estaba cautivada por sus ojos, su sonrisa o simplemente todo de él.

- "Si lo se Klaus Mikaelson cautivando como siempre a todo el mundo, que le ven en serio. Deja de pensar en mi hermano, lo amo, pero todavía no es tiempo que caigas entre sus garras" - dijo Rebekah de forma burlona hacia su amiga, la cual se sonrojó un poco, aunque con la poca luz del ambiente no se dio cuenta. Tomo a Caroline de las manos y la guio al centro a bailar con ella - "Tienes que divertirte Mrs. Aburrida, es una fiesta"

- "Yo aburrida, te ayudé con todo esto, así que lo voy a disfrutar y te demostraré que no soy aburrida" - ese comentario ocasionó que su amiga sonriera.

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La música era muy alta, todos se hablaban a gritos, las luces del día iban desapareciendo y la casa de Rebekah estaba llena de muchachos universitarios, algunos estaban en plena sesión de besos, otros tomando alcohol, pero sin duda Klaus Mikaelson no se estaba divirtiendo.

Él era siempre el alma de la fiesta, pero después del accidente no era el más feliz, aunque su hermana todas estas semanas le había advertido que tenía que volver a la normalidad, pero para ella era fácil, no había estado hay. Para él los momentos de felicidad era cuando estaba pintando en su estudio en silencio total, reflexionado sobre su vida, plasmando en cada trazo sus sentimientos más profundos, de igual manera el dibujar aquellas simples cosas que ahora apreciaba más, el arte era su refugio ese desahogo para todas las penas que traía consigo desde ese horrible día, tenía pesadillas cada noche gracias a ello.

Pero que podría hacer ahora, en un mal momento se le ocurrió la brillante idea a su hermanita de hacer esa fiesta. Ahora estaba parado en frente de uno de sus recientes cuadros, era un paisaje de la aldea de Near Sawrey donde su familia solía quedarse en verano, pero esos momentos felices solo eran recuerdos lejanos de una época en donde se sentía tan vivo y lleno de esperanzas. Sin embargo, la había conocido, eso mejoro su día significativamente, al verla admirar sus cuadros sintió que alguien disfrutaba lo que hacía, al menos alguien intentaba entender esos cuadros raros como le decía su padre, ella con su contagiosa sonrisa, consiguió que recordara como es sentirse feliz y aliviado sin nada en que pensar solo disfrutar el momento. Así pues, él se encontraba aún solo, aburrido, recordando su bello encuentro con Caroline, ella había hecho algo que habían logrado hacer hace mucho tiempo, reír, contagiándolo con su bella sonrisa, ese encuentro le hizo olvidar todos sus problemas, aquellos malos momentos que venía cargando desde hace casi 2 años.

Suena su celular, haciendo que Klaus salga de sus pensamientos. Bajo la mirada y reviso su teléfono móvil y se encuentra con un mensaje de su hermano mayor Elijah preguntándole "¿cómo estás?", ¿Qué cómo?, ¿Qué cómo estaba? Qué ironía creyó Klaus, su hermano sabía como estaba, él estaba con depresión desde hace mucho tiempo, pensaba que lo que había sucedido era su culpa, que lo que le paso a Henry era su culpa, su hermano menor desde siempre había sido su adoración, pero él creía que su culpa, todo lo que paso, ese terrible accidente.