꧁Capítulo XIII꧂

Start from the beginning
                                    

——Si se puede si.—— Volteo a mirarlo guiñando el ojo.

——¡Paren el auto!—— Tras las palabras del rojizo el chófer paró enseguida el auto. ——Ahora se van en la cajuela.

——¿Yo tenía que venir?—— Preguntó el mayor de los mexicanos bajando del auto una vez que el chófer abrió la puerta

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

——¿Yo tenía que venir?—— Preguntó el mayor de los mexicanos bajando del auto una vez que el chófer abrió la puerta.

——Su hermano aún no está cien por ciento calificado para tomar estas responsabilidades, tienen que hacer presencia ustedes.—— Respondió el español también bajando del auto.

——Pero está bajo tu tutela.—— Habló el segundo hermano.

——Dejen de quejarse y moveros ya, no queda tiempo.—— Les miró por última vez para empezar a caminar hacia el interior de la cede.

Ambos hermanos lo siguieron por detrás, cuando ellos querían verse Intimidantes lo lograban, esta no era la excepción, ambos eran de estatura alta, delgados pero de cuerpo bien trabajado y esos trajes los hacían lucir más.

——¿Aún no ven a su hermano?—— Preguntó el bicolor mirando el lugar vacío del menor de los tricolores.

——Deja de preocuparte tanto, el sabe como defenderse.—— Respondió serio el tricolor mayor.

——Yo ya lo vi.—— Soltó restándole importancia al mirar como su hermano entraba a la sala.

Venía al lado del gigante asiático, bueno al parecer éste parecía que lo venía cuidando como perro guardián, detrás de él venía un ruso y un norcoreano, ellos parecían perros regañados.

——¡Hermanos!—— Habló México corriendo a donde ellos estaban.

——¡Mi carnalito!—— Soltó segundo imperio corriendo también hacia él.

Se dieron un leve abrazo y caminaron hasta donde estaban los otros dos.

——¿Y tú dónde mierda estabas? ¿Por qué no respondiste las llamadas?—— Preguntó más que alterado, eso hasta que notó su cambio físico. ——¿Volvió a pasar?

El menor asintió. ——Fui a hablar con él.—— Apuntó al asiático rojizo. ——Cuando volvió a pasar y por el dolor de cabeza mejor me quedé en la casa de él.

——¿Y las llamadas?

——Mi celular murió.—— Respondió restándole importancia. ——Los veo luego, ahora tengo que hacer unas cosas.

Sin más, salió corriendo de ahí antes de que se lo impidan. Llegó de nuevo junto al asiático, éste movió su mano hasta llegar a la espalda baja del menor y así caminar ambos al lugar del mayor, obviamente que las miradas de duda y celos no faltaron.

Mi Pequeño Tesoro ⸩ᬼ⃢⃘ࣰࣩࣥ𝑀𝑒́𝑥𝑖𝑐𝑜 𝑥 𝑡𝑜𝑑𝑜𝑠⬚⃟ᩗ⸙ Where stories live. Discover now