— ¿Y qué tal la terapia Bianca? Aún no te había preguntado —le pregunto cuando noto como mira todo a su alrededor. Aún no confía plenamente en mí. Y es normal.
— Ya... La terapia bien. Estamos trabajando el tema de los sueños repetitivos. Y el control de mi angustia frente a ellos. Voy durmiendo mejor, pero aún tengo miedo.
— ¿A qué tienes miedo? —sé que ha sufrido mucho, pero lleva meses lejos de allí.
— A que me encuentre —susurra.
— ¿Te refieres a tu esposo?
Asiente y trago saliva. Está demasiado nerviosa. No va a poder hacerlo. Pero es necesario que se enfrente a esto. Con mis dedos levanto su mentón para que me mire.
— Jamás volverás a tener miedo, Bianca. Ese será mi regalo de cumpleaños.
— ¿Cómo? ¿Vas a... —veo miedo en sus ojos.
— Ya lo verás —y sonrío.
Gabriel abre la puerta a la que hemos llegado. Tras esa puerta está el mayor regalo que puedo darle. Paz, tranquilidad y una enorme lección de vida.
— Pasa —empujo levemente su espalda y la dejo entrar primero. Lo mira todo con recelo.
La sala es cuadrada, huele a humedad y tiene algunos viejos muebles. En el centro de la sala he puesto una celda tapada. Me acerco a una de las paredes donde hay un armario. Lo abro y le dejo ver la cantidad de armas que hay dentro de él.
— ¿Es una sala de torturas? —me pregunta con la voz temblorosa.
— Sí. ¿Te gusta?
— No —niega con la cabeza y su cuerpo entero comienza a temblar por el miedo—. Las odio con todo mi ser.
— Bueno esta no está tan mal. Ya lo verás. Escoge un arma. La que quieras.
— ¿Yo?
— Sí — sonrío y su cuerpo se tensa para infundirse valor.
Cuando ha revisado todas con cautela, elije un machete.
— ¿Para qué es? —me pregunta
— ¡Gabriel! —grito y miro tras de mí. Él ya sabe lo que debe hacer. Se acerca a la mesilla donde está el control de mandos y lo acciona destapando la celda central y mostrando lo que hay debajo.
— Klaüs —susurra con sorpresa y se tapa la boca.
He traído al cabrón de su marido, él debe morir y pagar por sus pecados. Ella debe aprender que tiene que sobrevivir.
Yo se lo voy a enseñar.
Klaüs está desnudo y amoratado por la resistencia que ofreció ante mis hombres.
Cuando le destapamos nos mira y abre los ojos al ver a su mujer, Bianca. No hay barrotes en la celda, solo una cuerda que sujeta al hombre. Me acerco a él, el olor es nauseabundo, se ha meado encima y seguramente ha vomitado. Suelto las cuerdas que le atan permitiendo que todo el peso muerto caiga al suelo.
— PUTAAAAA —me grita y yo a cambio le sonrío. Le sujeto del pelo y lo levanto.
— ¡Eres un perro! —digo entre diente y le escupo en la cara. No merece nada mejor. Le arrastro hasta una silla que me trae Gabriel— ¿Ves a esa mujer? —señalo a Bianca— Tu mujer, Bianca. ¿La recuerdas? —mueve la cabeza para afirmar, miro a Bianca y me dirijo a ella— ¡Acércate, preciosa!
Bianca se acerca temblorosa con el machete bien sujeto en la mano.
— Es tuyo —le digo a Bianca separándome del hombre y me coloco tras de él, sujetándole el pelo para que no se caiga.
— No puedes hacer esto Bianca. Eres una débil ramera. Tú no matarías ni a una mosca —el hombre le grita salpicando sangre con sus movimientos.
Bianca se acerca despacio, le observa.
— ¡Bianca, no lo hagas! —grita de nuevo Klaüs.
Bianca coloca la punta del machete en su pecho. Yo le suelto y él se mantiene en pie a duras penas.
— Eres débil, no vales nada, zorra. Solo vales para follar —escupe el tipo con rabia.
— Yo... —veo que Bianca duda y comienza a temblar. Quizá ella aún no está preparada.
— Puedes hacerlo Bianca. Este es tu regalo. Él desaparecerá de tu vida. Para siempre. Eres fuerte Bianca. Sé la mujer fuerte que me has mostrado —intento infundirle valor.
— ¡CÁLLATE ZORRA! ¡DÉJALA EN PAZ! ¡ELLA NO ES COMO TÚ! ¡KOZLOV VENDRÁ A VENGAR MI MUERTE, PUTA! —el hombre se dirige a mí ahora.
En un movimiento rápido Klaüs se abalanza sobre Bianca y ella cae al suelo. Al caer, el machete sale disparado y Klaüs lo coge decidido.
— ¡Llevo años esperando encontrarme a ese Hijo de Puta! No huiré cuando venga —le grito antes de que consiga llegar a Bianca. Busco a Kozlov desde hace años y saber que este hijo de puta puede acercarme más a él, me da el pistoletazo de salida para acabar con él.
¡BANG!
Disparo sin pensarlo demasiado. Si lo pienso, Bianca muere y ensuciaré las manos de Gabriel de nuevo. No puedo permitir hacerle sufrir más. Ya le he causado demasiado daño.
— Hoy aprenderás la lección más valiosa de tu vida Bianca—miro a Bianca con una sonrisa en la boca —. Siempre sobrevive quien mata el primero.
La ayudo a levantarse y me limpio ligeramente la sangre salpicada por ese cabrón. Bianca sigue nerviosa. Algo extraño pasea por su mente. Ya investigaré más adelante. Ahora debe reponerse.
Y aquí os dejo a Sila. El personaje con el que más tiempo he trabajado por el momento. Es el tercero en discordia, es el personaje central a pesar de la historia que os voy a narrar y solo espero que no la odiéis demasiado. Las historias de mafias es lo que tienen.
Espero que sigáis ahí y así, con estoy doy comienzo a la historia de Blood White.
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Blood White I (La historia de Bianca) #PGP2023
RomanceBianca aparece sin saber cómo en un almacén. Una preciosa mujer le dice que le dará la libertad, pero Bianca sabe por experiencia propia que eso no suele salir gratis. La vida de Bianca ha sido complicada. Raptada por una mafia es vendida a Klaüs...
Intro Sila
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