CHAPTER 4

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Tal vez sea necesario leer el capítulo anterior para recordar algunas cosas, pido perdón :D



Seonghwa...

Al escuchar ese suave llamado, el peligris intentó abrir los ojos, pero los sentía demasiado pesados como para hacerlo.

Seonghwa...

Volvió a escuchar ese suave susurro y volvió a intentarlo. Está vez tuvo un éxito parcial cuando logró separar sus párpados un poquito, pero de todas maneras no pudo distinguir demasiado porque veía borroso y había una fuerte luz que lo estaba cegando. Lo único que pudo discernir fue unas siluetas oscuras mirándolo desde arriba.

Seonghwa...

Seonghwa...

—-¡Seonghwa!

Abrió los ojos de golpe al escuchar el llamado que ya no era solo un susurro, era la voz de Hongjoong. Estaba desorientado y con lo primero que se encontró fue con el rostro preocupado de Hongjoong de un lado y el de la pequeña niña del otro.

—-¿Estás bien? —-preguntó su pareja acariciando su hombro.

—-¿Qué ha pasado? —- dijo aún confundido y medio dormido.

—-Parece que tenías una pesadilla. Balbuceabas y habías comenzado a temblar.

—-Si... fue un sueño... raro.

Seonghwa se incorporó en la cama y escaneó la habitación. Todo estaba como la noche anterior, así que un sentimiento de calma lo invadió. La pequeña a su lado tocó su mano con ojos curiosos. Él acarició sus cabellos y le sonrió para demostrarle que todo estaba bien.

—¿Dormiste bien? —-preguntó a la pequeña mientras se levantaba y se ponía las botas.

—-¡s-si!

—-Iremos a buscar algo de comer para empezar con el día —-avisó Hongjoong mientras se veía en el espejo y escogía que collar de su preciada colección ponerse ese día.

—-Adelántense, iré al baño primero.

Seonghwa quería lavarse el rostro pues podía sentir el sudor frío que quedaba gracias a su sueño. Intentó no darle demasiadas vueltas al asunto, después de todo no había sido nada demasiado raro, pero tenía la sensación de que había algo que se le estaba escapando.

Cuando se sintió más refrescado y tranquilo, subió a la cubierta. Hongjoong ya había dado las primeras órdenes del día. Los hombres desfilaban haciendo sus respectivas tareas. La pequeña estaba sentada más allá junto a Wooyoung mientras comía una manzana de lo más entretenida y el pelinegro le hablaba sin fin.

Se acercó a ellos y le robó el plátano que tenía Wooyoung en la mano sin darle chances de reclamarle cuando le dio un gran mordisco.

—¿Y tú no estás haciendo nada? —le preguntó a la sirena.

—yo estoy cuidando a esta niñita porque Hongjoong me lo pidió —respondió el pelinegro mientras le apretaba la mejilla a la niña y esta se quejaba.

—¿Dónde está San?

Seonghwa supo que tal vez no tuvo que haber preguntado eso cuando vio a Wooyoung hacer una mueca antes de mirar hacia un costado. Cuando siguió la dirección hacia donde miraba, vio a San de espaldas amarrando unas cuerdas unos metros más allá.

—¿Siguen divorciados?

La sirena bufó y miró mal al peligris.

—San es el que se enojó primero.

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