|| CAPÍTULO VEINTITRES ||

Start from the beginning
                                    

—Lo sé, y por eso, lo siento mucho.

—Acepto tus disculpas —digo honestamente. Si algo he aprendido del abuelo, es no guardar rencor, al final del día, cuando guardamos rabia contra otros, es mucho más lo que nos perjudicamos a nosotros mismos que a la otra persona. En algunos casos, perdonar es dejar ir.

—Eres demasiado bueno. —Su expresión se alivia.

Sin embargo, hay una diferencia entre dejar ir, y hacer que la persona sea responsable de sus actos. Respiro hondo y la miro a los ojos.

—Tomaste una decisión, pero ahora necesito que hagas lo correcto. Es la única forma en la que podríamos, por lo menos ser amigos.

Rain arruga sus cejas.

—¿Hacer lo correcto?

—Declarar en contra de Vance.

El color deja su rostro y su boca se abre en sorpresa. Lo cual me sorprende. ¿De verdad no se lo esperaba? ¿Creía que esto se perdonaba y ya?

Si algo tengo claro es que hay que parar a Vance y para hacer eso, Rain tiene que testificar en su contra. Ya lo he consultado con el abogado de la familia, y el testimonio de Rain es clave porque ya yo di mi declaración de que no vi la cara de quien me atacó, ni sabía porque y esa es la verdad, no vi nada esa noche, no puedo mentir de pronto y decir que sí, no sería muy creíble para el caso. Sé que fue Vance por Rain, ella tiene que declarar.

Ella no dice nada y pasa la mano por la cara, le doy tiempo:

—Voy por café, ¿lo de siempre?

Ella asiente y me voy al mostrador. A medida que me acerco, el olor del café se vuelve más intenso, lo disfruto, se ha vuelto el aroma del apartamento cuando Xan regresa por la noche. El chico de cabello azul me espera para pedir, sus dedos apretando y soltando la caja registradora, como lo hace cuando está nervioso.

—Bienvenido a Nora.

Le doy una mirada de '¿en serio?' Y él mantiene su pose profesional y seria.

—¿Qué le gustaría ordenar?

—Un cappuccino y un matcha.

—Oh, por fin te atreves a probar la deliciosa bebida verde.

—Es para Rain.

Xan estrecha las cejas.

—A ella no le gusta el matcha.

Parpadeo, dándome cuenta de que no tengo ni idea de cual le gusta a Rain. ¿Lo sabía y lo olvidé? Xan me observa.

—Le prepararé un caramel macchiato. —Termina y va a preparar las bebidas.

Mientras lo hace, me ojea por encima del hombro.

—Así que, Rain, ¿eh? —Lo veo dibujar sobre la espuma del cappuccino—. Tenía tiempo sin verlos juntos.

—Sí, hemos estado muy ocupados con la universidad —miento.

Xan me pasa el cappuccino y se va a terminar el otro café.

—La has extrañado, supongo —dice, observándome.

No digo nada y estiro mi mano con la tarjeta para pagar, pero Xan me detiene.

—No, estos van por la casa.

—Xan.

—Me estás dejando quedarme en tu apartamento, Apolo. Lo menos que puedo hacer es darte café gratis. —Sonríe de nuevo, pero no siento que sea genuino, ¿estoy imaginado cosas?—. Ahora vuelve con tu chica.

A través de la Lluvia [Hidalgo #3] [En librerías] ✔️Where stories live. Discover now