Capítulo VI: Jordania

Start from the beginning
                                    

—Yo también, ven te ayudo — extendió su mano hacia mi y la tomé poniéndome de pié —, te ayudaré con esto —agregó y se dispuso a recoger mis cosas.

—Toma —me tendió mi móvil y sonrió—. Por cierto mi nombre es Sanem Dantons y soy nueva aquí.

Extendió su mano hacia mi y la tomé estrechandola. 

—Un placer... Sophia Williams.

—¿Sabes donde es esta clase? —preguntó mostrándome su horario.

—Claro a ella voy, vamos juntas.

—Claro, gracias.

Y desde ese momento nos hicimos inseparables.

Fin del flashback .

—Hola a ti también, que cara tienes amiga.

—Digamos que perdí la cuenta de cuántos tragos bebí anoche.

—Se nota —rió— ¿Nos vamos?

—Por supuesto, caminando.

Nos despedimos de mi madre y salimos de la casa. Fuera se encontraba el auto de Sanem aparcado, subimos mis maletas y partimos hacia nuestra primera parada.

❀❀❀

Llegamos al aeropuerto y entramos en él, dentro nos estaba esperando Thomas, nuestro compañero de trabajo e investigaciones y mi mejor amigo, <<de ambas en realidad>>. 

Thomas Finnegan, un hombre apuesto, alto, cabello claro, ojos azules intenso, sonrisa encantadora. Nos conocimos mientras estábamos en la universidad, él estudiaba geología y yo arqueología. Una noche nos cruzamos en una fiesta de su fraternidad y casualmente terminamos follando en una habitación o en un cuarto de baño. 

No lo recuerdo con exactitud pero se debe a que nos encontrábamos demasiados borrachos ambos. Así que al día siguiente no recordábamos mucho de lo que había sucedido y en el momento que nos cruzamos en los pasillos de la universidad volvimos a hablarnos.

Cada vez que recordamos lo sucedido aquella noche, ambos comenzamos a reírnos como idiotas. 

En fin,  desde ese momento nos hicimos inseparables comenzando una extraña amistad donde follábamos pero nos contábamos absolutamente todo de nuestras vidas.

—Llegan tarde —suspiró.

—Lo bueno siempre tarda en llegar —expresó Sanem. 

—Lo dirás por Sophie —replicó Thomas.

Bufé con exasperación, aquí vamos otras vez con una de sus tontas peleas. 

—No empiecen con sus peleas toxicas, deberían arreglar sus diferencias de una maldita vez con una buena maratón de sexo y listo, problema solucionado.

—Ni en mis sueños le pondría una mano encima a este ser —expresó Sanem mirando de pies a cabeza a Thomas. 

—Y yo prefiero seguir conservando mi salud mental antes de que mis manos toquen a esa persona.

—Claro, claro como digan —suspiré —. Yo solo di mi humilde opinión y sé que mi intuición no falla al pensar que entre ustedes dos tóxicos hay mucha química que en cualquier momento puede explotar.

Ambos me observaron como si estuviera loca o como si me hubiese crecido otra cabeza. Los ignoré y seguí mi camino llevando mi equipaje. 

A veces tengo la tentación de encerrarlos todo un día entero o una semana en una habitación para que arreglen sus diferencias de una maldita vez.

Una parte de Mi (Libro 1)Where stories live. Discover now