Mimosa - Nadie sabe que te quiero

｢Extra VIII｣ - Li Chengyan & Xie Yu (1)

Li Chengyan se puso de pie sin prisas con una mueca burlona en su rostro. Preguntó con voz fría: ―¿A quién llamaste pervertido?

Parecía enojado.

Pero no podía ser culpado por sentirse así. Era el hijo de un hombre rico con una apariencia hermosa y un comportamiento elegante. Había mucha gente a la que le gustaba. Nunca antes lo habían tratado tan rudamente o como un pervertido.

¿Habría un pervertido tan guapo como él en el mundo?

¡Pero este idiota no solo lo consideraba uno, sino que también lo había golpeado!

Se miraron el uno al otro; con Xie Yu aún para darse cuenta de que había hecho algo mal.

Una vez que Yan Qiu vio esto, los alejó. Y sólo después de explicar las cosas, Xie Yu se dio cuenta de que había malinterpretado a Li Chengyan.

Este alfa era amigo de Ji Xinglan y Yan Qiu lo conocía.

Xie Yu se sintió un poco arrepentido. Según la sugerencia de Yan Qu, acompañaron a Li Chengyan al consultorio médico.

Pero la rodilla de Li Chengyan parecía estar malherida; cojeaba al caminar. Después de dar sólo dos pasos, hizo una mueca y se apoyó en la pared.

Al ver el esfuerzo que le costaba caminar, Xie Yu no dijo nada, pero se sintió bastante culpable. Así que se dirigió en silencio hacia Li Chengyan y, con rostro estoico, se agachó frente a él.

―¿Qué? ¿Vas a cargarme?

―Si no quieres, puedes caminar solo.

Todavía inexpresivo, Xie Yu se hizo a la idea de levantarse.

―Quiero hacerlo. ― Li Chengyan tampoco se contuvo.

Pero no importaba, seguía siendo un alfa adulto y unos centímetros más alto que Xie Yu para empezar. Es por eso que Xie Yu casi tropezó y cayó, cuando sintió que todo el peso de Li Chengyan caía sobre él,.

Cuando sintió que Li Chengyan estaba finalmente sujeto a él con firmeza, Xie Yu se levantó lentamente y escuchó cómo le temblaban las rodillas. Dio dos arduos pasos hacia adelante.

Li Chengyan estaba originalmente bromeando, pero no esperaba que el tipo fuera realmente tan serio con su oferta. Estaba a punto de perder el equilibrio, pero seguía insistiendo en llevarlo. Así que Li Chengyan le dijo rápidamente que se detuviera y le dijo: ―Si no puedes hacerlo, olvídalo.

Pero la terquedad de Xie Yu se despertó: ―¿Quién no puede hacer qué ahora? 

Li Chengyan estaba aturdido. No esperaba que Xie Yu fuera tan obstinado.

―Lo siento, Li Chengyan. Xie Yu no lo hizo a propósito. ―Yan Qiu se disculpó con Li Chengyan en nombre de su mejor amigo.

En el momento en que escuchó su nombre, la mirada de Li Chengyan sobre Xie Yu se volvió un poco diferente. Incluso había una mirada pensativa en sus ojos, junto con la diversión. ―¿Tú eres Xie Yu?

¿Qué hay de malo en eso?

Xie Yu no dijo nada más. No podía molestarse en complacerlo más.

―¡Tsk! No es de extrañar que Ji Xinglan me dijera que tuviera cuidado contigo. ―Li Chengyan sacudió la cabeza. ―No entendí lo que quiso decir antes.

Xie Yu no sabía lo que Ji Xinglan le dijo a Li Chengyan, pero no necesitaba usar su cerebro para saber que no era nada bueno.

La persona que estaba a su espalda acercó su rostro. Xie Yu prácticamente podía sentir su aliento en el cuello, así que encorvó los hombros en señal de defensa y le gritó: ―¡Aléjate de mí! ¡No soples contra mi cuello!