CENTRO DE INVESTIGACION PRIVADO- STAR-KOONTZ HORA: 03:00 DE LA MADRUGADA
El doctor Robert Norman, insertó su tarjeta en la ranura, tecleó el código de acceso, y la puerta del laboratorio se abrió automáticamente. A continuación, las luces se encendieron en cuanto detectaron su presencia, sonrió con entusiasmo mientras se ajustaba con premura los guantes de látex, y comenzó a trabajar en su proyecto secreto, que cuando se diera a conocer, revolucionaria y cambiaria el mundo tal y como lo conocemos. Metódicamente, pulsó los dígitos de la caja de seguridad, dónde guardaba su bien más preciado…
Más tarde, al finalizar la jornada, volvería a cambiar la contraseña de la caja de seguridad. El temor, miedo, pánico, y quizá, ¿por qué no? Algo de avaricia… provocaban en la mente de Robert, un atroz desasosiego, de imaginar que tras cinco largos años de investigación, alguien pudiese arrebatarle su increíble descubrimiento; sonriendo con malicia, extrajo de la caja de seguridad, una cajita diminuta, al abrirla, le invadió el entusiasmo, acercó el dedo índice y delicadamente acarició su contenido…
DOMICILIO DEL DOCTOR ROBERT NORMAN
HORA: 03:05 DE LA MADRUGADA
La penumbra reinaba en el dormitorio del doctor Norman, en la cama dormía su amada esposa; Laura entendía la pasión que sentía su marido por el trabajo, y aceptaba resignada sus habituales ausencias.
Su respiración relajada y pausada, evidenciaba un sueño placido y profundo. Ignoraba que una sombra inquietante la acechaba con malas intenciones. La figura alta y oscura, sostenía en la mano un cuchillo de grandes dimensiones, irónicamente sustraído de la cocina de los Norman.
—¡Despierta! —rugió con furia el intruso.
La luna llena reinaba en la oscuridad de la noche, su tenue luz penetraba levemente en el interior del dormitorio.
—¡Despierta! —volvió a bramar el intruso.
La respiración de la mujer cesó, sintiéndose confusa tras un sueño intenso, abrió con pereza los ojos; su mente aletargada observó el brillo de la hoja metálica de un cuchillo. Laura gritó aterrada.
—Grita de nuevo, y te corto el cuello.
Ella enmudeció salvo por los tenues gemidos que brotaban incontrolables desde el fondo de su alma, y él sintió que tenía el control; la sensación era indescriptible.
—Por favor… Por favor…
—suplicaba Laura sollozante.
Él se creció ante su debilidad. Encendió la luz de la mesita de noche y sonrió complacido al contemplar a Laura: labios carnosos, cabello largo y rubio, además de unos increíbles ojos azules… Sin dejar de presionar el cuchillo sobre su garganta, arrojó la sábana al suelo. El camisón blanco semitransparente, revelaba un hermoso cuerpo. Impaciente, como si fuera un niño con un juguete, comenzó a manosearla vilmente.
—¡Estás buenísima!
Ella lloraba en silencio; cerró los ojos cuando él le arrancó el camisón, dejando su desnudez al descubierto.
—¡Vaya! ¡Vaya! ¡Que decepción! Creía que eras rubia natural… —Soltó una sonora carcajada mientras se desabrochaba los pantalones.
HORA 06:00 DE LA MAÑANA. LUGAR: PARKING DEL CENTRO INVESTIGACION PRIVADO- STAR-KOONTZ.
El doctor Norman conducía de regreso a su mansión victoriana con la feliz sensación de haber realizado un gran avance en su proyecto.
—Mañana haré la última prueba, si toda va bien, pronto, muy pronto lo haré público. Sospecho que está casi listo, un mes a lo sumo —se animó.
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VISIÓN FANTASMAL
Short StoryEl científico Robert Norman sufre un trágico suceso que lo hundirá en una depresión. Pero un invento que tiene que ver con los muertos cambiará su vida radicalmente.
