𝑫𝒓𝒆𝒂𝒎𝒊𝒏𝒆𝒔𝒔.

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-¿Y si tomas mi mano? -le habló el pelinegro al más bajito a la par que extendía su mano derecha.

-¿Así? -respondió el de cabellos naranjas mientras con su dedo índice y pulgar tomaba uno de los dedos del contrario.

-Oh! vamos Hong. -dijo el más alto rodando los ojos y tomando la mano del contrario de forma correcta.

-Tú dijiste que la tomara... Más no como tenía que hacerlo. -el bajito tenía una sonrisa que a los ojos del mayor se veía resplandeciente a la luz de la luna.

-Touché. -sonrió ampliamente el pelinegro. -Vamos, se hace tarde.

-¿Tarde para qué? -Hong miró extrañado al chico que aún tenía su mano entrelazada con la de él.

-Mmm, es un secreto. -dijo empezando a caminar el contrario, llevando a rastras al más bajo.

-Oh no, no, no, no y no. ¡Yo no me voy a subir a esa cosa! -el menor había divisado a lo no muy lejos una moto, la cual era de su acompañante y actual pareja.

-Calma ya, solo será un paseo corto cariño. -dijo el alto al estar en frente de la moto volteando se para ver a la cara a su novio. -No pasara nada malo, confía en mi ¿si?

-Claro que confío en ti Seonghwa. En esa cosa es que yo no confío. -con su mano libre el pelinaranja señaló a la moto a su lado. -Vi suficientes series como para saber que pasa cuando una pareja sale a dar un paseo en moto. ¿Acaso no viste lo que le pasó a Sunho y a Jojo?

-Pff exagerado. No voy a dejar que sigas pasando más tiempo con Yeosang y Wooyoung, juntarte con ellos te esta haciendo todo un dramático. -el pelinegro hizo un puchero. -En serio quiero llevarte a un lugar especial, ¿Anda si?

-¿Que tan importante es del 1 al 10? -preguntó dudoso el bajito.

-¡Un 200! Muy, muy, muy importante. -esta vez el pelinegro hizo más énfasis en sus palabras tomando la mano faltante del otro y atrayendo lo a un abrazo. -Se que no tienes buenos recuerdos de las motos, pero quiero cambiar eso. -el más alto decidió tomar entre sus manos el rostro de su pareja. -Quiero que todo lo malo que te haya pasado sea borrado con hermosos recuerdos hechos por nosotros, cambiar esas horribles pesadillas con acogedores sueños y abrazos reconfortantes por las noches, llevarte de la mano en público sin que tengas miedo de que te pase algo, porque yo estoy aquí, estoy contigo, estoy para ti.

Y era verdad, el más bajo sufría de constantes pesadillas que no lo dejaban dormir por las noches, recuerdos del día en que estuvo a punto de perder la vida y las imágenes nítidas de su sangre cubriendo el frio cemento de la calle, sus lágrimas cayendo y la desesperación de no poder tener oportunidad alguna para levantarse pues su cuerpo había cedido y no le respondía.

Habían pasado cinco años desde su accidente, luego de salir de una discoteca con sus amigos el habia emprendido camino en su moto en dirección a su hogar, eran alrededor de las tres de la madrugada cuando eso, las calles estaban en silencio, siendo iluminadas por los grandes faroles y la poca luz de luna entre la noche nubosa. A unas cuantas calles de su casa, aún estando montado en su moto un auto había aparecido de la nada.

Hong no estaba ebrio pues sabía que debía manejar de regreso a casa, pero aún así había tomado algo de alcohol. Al momento en que se percató del auto que iba en su encuentro a toda velocidad, ya era tarde, tal vez estando más cuerdo se hubiera lanzado de la moto, pero en ese momento su mente se quedó en blanco y lo último que recuerda es haber sentido el impacto, luego todo fue negro y frío para el.

Duro unas seis semanas en cuidados intensivos y cuatro meses dentro del hospital. En la actualidad todavía debía asistir a sus terapias, el accidente le había dejado en un estado moribundo, tres costillas rotas, fracturas en ambas piernas y su brazo izquierdo. Se había salvado de milagro gracias a llevar su casco, pues los médicos le habían dicho que sí la ambulancia hubiera llegado sólo unos minutos más tarde él no estaría vivo escuchando sus palabras.

𝑫𝒓𝒆𝒂𝒎𝒊𝒏𝒆𝒔𝒔 // SeongjoongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora