Después de encontrarse en una fiesta, ambos chicos terminan haciendo una nueva amistad. Lo que no sabían es cómo avanzaría todo.
𖦹 𝑨𝒎𝒃𝒊𝒆𝒏𝒕𝒆 𝒎𝒐𝒅𝒆𝒓𝒏𝒐 𖦹 𝑨𝒑𝒂𝒓𝒊𝒆𝒏𝒄𝒊𝒂 𝒅𝒆 𝒍𝒂 𝑻𝒆𝒎𝒑𝒐𝒓𝒂𝒅𝒂 3
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—Khun, ¡debes venir con nosotros! ¡Aunque sea esta vez!— le pedía Shibisu, pero él siguió negándose. No es que odiara las fiestas, pero siempre las evitaba, pues generalmente terminaba aburrido o, al menos, con una nueva acosadora.
—Ya sabes que Aretes es un aburrido. Jamás vendría a alguna fiesta— lo jaló del brazo para llevárselo.
—Este idiota...— se quejó.
Eso había pasado hace poco más de una semana, donde no pudo detener su enojo por las palabras del pelinegro.
Generalmente lo ignoraba por más que le dijera cualquier cosa, pero ésta vez tenía razón, y odiaba eso. No iba porque fuera aburrido, si no porque no le gustaba el ambiente que estas tenían.
Quería demostrarle al tonto de Hatsu que estaba equivocado y que podía superarlo en todo, incluso en esto, así que se preparó con ropa simple. Tampoco es que realmente le interesara el evento, pero no podría ir con cualquier cosa, jamás lo haría ni para comprar cualquier cosa.
Shibisu le dijo que pasaría por él, pues, aunque jamás confirmó nada, siempre lo hacían en caso de que un milagro sucediera, como ese mismo día.
—¡Khun! ¡Sabía que vendrías! ¡Nunca abandonarías a tu amigo Shibisu!— lo abrazó una vez estuvo dentro del auto, en el asiento del copiloto.
—No vine por eso— trató de alejarlo —Vine para demostrarle a Hatsu que sí puedo ir a fiestas— logró safarse de los brazos contrarios.
Shibisu no respondió, tan sólo fingió una cara triste. A Khun no le importó eso, tan sólo quería llegar e irse lo más pronto posible a su hogar.
Y bueno, al menos lo primero estaba hecho, porque el lugar de la fiesta estaba justo frente a sus ojos.
—Vamos, Khun— lo llamó mientras los tres, Shibisu, Hatsu y él, bajaban —Sólo que los dejaré solos, ¿sí? Es que vendrá Androssi y hace mucho que no la veo...
—¿Androssi? ¿La chica caprichuda y molesta?
—También trajo a un amigo suyo... — dijo con ojos de cachorro regañado, aunque sirvieron de nada.
Khun suspiró con enojo. Aquella chica era parte de las princesas de Jahad, chicas lindas que competirían en las olimpiadas alguna vez. Por eso, nunca nadie las molestaba, pero era muy bien sabido que la mayor parte de ellas eran insoportables, entonces no entendía por qué la había invitado ahí.
