COLD HANDS

CAPITULO IX

"Cuando no se puede lograr lo que se quiere, mejor cambiar de actitud".
***

Ese fuerte destello de luz hizo que mis ojos ardieran, tanto que me sentí obligada a cerrarlos.
Sabía lo que significaban esas palabras que Riddle acababa de conjurar, ya era mi hora, adiós chicos, adiós padre, adiós mad...

Justo cuando había perdido toda la fe en que existiese alguna mínima posibilidad de sobrevivir a esto, abrí los ojos.
La luz ya no estaba, estaba encandilada, lo primero que logré fue a Riddle sorprendido, tenía su boca abierta, me sentí obligada a inspeccionar el resto de la habitación.

¿Que ocurrió?.

Baje la mirada y vi la varita de Mattheo tirada en el suelo. Estaba en shock.

Regrese mi mirada a este chico, estaba en el mismo estado que yo, alucinando.

—Mattheo...— Dije en un leve suspiro.

En ese momento despertar de cualquier tipo de bloqueo, pestañeó unas cuantas veces y cerró su boca, apretando su mandíbula. Parecía molesto.

Fue tan rápido su movimiento que logró asustarme, le había dado una fuerte patada a su mesa de luz, dejándola con un enorme agujero.
Mientras lo hacía pude oír como maldecía en voz baja.

No supe reaccionar ante esto, aun estaba en trance, ¿que mierda había pasado anteriormente?.
Me largue de esa habitación lo más rápido que pude.

Al entrar a mi cuarto cerré la puerta y le puse llave.
Caí sobre ella.
Intente calmarme, doble mis rodillas a la altura de mi cabeza, y descanse mis brazos en ellas.

No comprendo nada.

Millones de preguntas surgieron en mi mente.

¿Por que no me mato?

¿Que mierda ocurrió con su varita?

Será mi imaginación o ¿su varita salió volando?

¿El habrá planeado esto?

no entiendo.

Un pequeño insecto paso sobre mis ojos, haciéndome caer al mundo de nuevo.

Había mordido mis uñas, una de ellas se quebró, carajos.

Logré calmarme.

Paso una hora desde el extraño suceso de la varita.
Decidí salir a tomar aire.
Mientras caminaba hacia quien sabe dónde, pensé:

¿Debería contarle a Hermione?.

Es mi mejor amiga, siempre nos hemos contado todo, pero por alguna razón no siento la necesidad de contarle esto, probablemente sea por que muy dentro de mi sé que Hermione me alejará de él lo más que pueda, pero...¿que estoy diciendo? ¿que no es eso lo que quiero?, ¡ahg maldición! Odio a este chico. No lo haré, no tocaré el tema de Riddle cuando esté con ella.

De repente sentí un ligero golpe en la cabeza, que hizo que retrocediera unos cuantos pasos, había chocado con alguien. Al retroceder pude notar a esa atractiva figura frente a mi, parecía enfadado.

—Cedric...lo siento, no te vi. — Me disculpe.

El solo fingió una sonrisa y intento seguir su camino, pero lo detuve.

—¡Espera!. — Jale de su brazo —. Se que estás molesto conmigo.

Volteó sus hermosos ojos celestes hacia mi.

—T/n. — Colocó sus manos tibias en mis mejillas. — No me molesta si te besaste con Riddle, o si sientes cosas por el, pero no toleraré que estés jugando conmigo.