CAPITULO VII

889 52 3
                                    

"Todos los cambios incluso los más deseados, llevan consigo cierta melancolía."
***

El cielo comenzaba a oscurecer, por esa misma razón debía apresurarme a llegar al castillo, no quería darle otra razón a Snape para castigarme.

Entre por la puerta principal, junto a otros estudiantes que anteriormente estaban pescando en el río.

Apenas toque el suelo del castillo, vi a lo lejos a Filch dando órdenes para que los alumnos entraran al gran comedor.

Prefiero entrar por mi cuenta, a tener que escuchar su horrible voz repitiendo
"Nunca aprenderás a seguir las normas ¿no es así niña inútil?."

Me senté en mi mesa. Mientras comía busqué algo entretenido que hacer, siempre me costó socializar así que saque eso de mi lista.
Con mi mirada busqué a Cedric, pero su mesa estaba al otro lado del gran comedor.
También busqué a los chicos (Hermione, Harry y Ron), pero había demasiadas personas como para encontrarlos.

Termino la cena.

—¡Váyanse a sus cuartos, mocosos! — Gritó Filch.

Me quejé con un pequeño suspiro y luego me dirigí a mi cuarto. Esta noche no había tanta gente en los pasillos, probablemente por que era viernes y la mayoría prefiere salir a fiestas prohibidas o estar con su pareja.

Mientras iba por los pasillos hacia mi sala común, comencé a analizar mi varita, estaba rayada, en la parte superior tenía barro, así que se lo saque delicadamente, utilizando el mango de mi bata.

En ese momento de descuido, sentí como un brazo rodeo mi cintura, tirándome hacia atrás y haciéndome chocar contra un enorme pecho. Su otra mano agarró bruscamente mi mandíbula, buscando mi boca para taparla.
Grite del dolor que me causaba.

—¿¡Creíste que podías hacerme quedar como un idiota, y que no me vengaría!? — Reconocí esa odiosa voz, Malfoy.

Antes de que dijera algo, sentí como mi cuerpo chocaba con el de el. Esa sensación fue horrible, literalmente sentí todas las partes de su cuerpo.

—Su-el-tam-... — Intente soltarme y apartarme de él.

—Ash, solo quédate quieta. — En el momento en el que sentí su mano acariciando mi espalda, vi sus intenciones.

Levante mi pie y le di lo más fuerte que pude al de él, gimió de dolor y me soltó.

Salí corriendo en dirección a mi sala común.

—¡Ya vendrás a mi puta!. — Gritó mientras se quejaba del dolor.

Llegue a mi cuarto y me deje caer sobre mi cama, entrando a un ligero sueño.

Lunes

Normalmente suelo salir a fiestas los sábados o domingos, pero esta vez no me llego ninguna invitación.
Así que pase esos dos días con Hermione o encerrada en mi cuarto.

Me desperté de mal humor, recordando los horribles acontecimientos del viernes.

Eran las 6:00 AM, y terminaba de arreglarme para ir hacia mi primera clase "Cuidado de criaturas mágicas" con los Gryffindor.

COLD HANDSWhere stories live. Discover now