Capítulo 35

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Stephen's Pov  

5 AM

Una vuelta. Un suspiro pesado.

Otra vuelta. Un gruñido molesto.

A la tercer vuelta en la cama me incorporé frustrado. 

No podía dormir y no paraba de moverme sobre el lecho tratando de conciliar el sueño. Mis pensamientos no me dejaban en paz.

¿Cómo estarlo? Si ella se marchaba en apenas 4 horas...

Me llevé las manos al rostro y las pasé por este con lentitud. Aparté la sábana a un lado para sentarme al borde de la cama. Me puse la camisa que estaba colgada en el somier y salí de mi cuarto para caminar por el pasillo de la segunda planta. 

Todo estaba muy tranquilo. Pasé en frente de la habitación de Wong y aprecié a escuchar los ronquidos que traspasaban la puerta. Negué con la cabeza mientras me alejaba. 

«Unos tan tranquilos mientras que otros no pueden pegar ojo. Hay que ver...»

Paseé por todas las estancias del santuario, matando el tiempo. Fui a la cocina, al vestíbulo, a la sala de meditación... Todos los lugares que recordaba haber compartido con ella. 

No sé como logré evadirme tanto de la realidad y perderme en mis pensamientos, que no me di cuenta de a donde estaba yendo hasta que me sorprendí estando de pie frente al gran ventanal de la última planta. 

Las calles estaban desiertas a esas horas. Ni un alma vagando por allí. Excepto las que no encontraban consuelo y se perdían entre la oscuridad de la noche, amparados por la tenue luz de la Luna. 

En contra de mi voluntad y por instinto, miré a mi derecha para encontrar la puerta que llevaba al dormitorio de Avril.  Seguramente debía dormir hasta que llegara la hora de irse.

Con sigilo me acerqué un poco más a la madera. 

Quería verla. Hablar con ella. 

Alcé la mano para pasarla con suavidad por la madera oscura y lisa.

«Tan cerca y a la vez tan lejos...»

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Avril's Pov

No podía dormir. Llevaba rato despierta y sin poder descansar. Estaba nerviosa. Ya quedaban pocas horas para mi partida. 

Miré el reloj para ver que aún eran las 5 AM. Suspiré frustrada. No hay cosa que me dé más rabia que no poder dormir.

Retiré las sábanas para sentarme un momento e ir al baño. Me lavé la cara un par de veces para despejarme un poco y salí de nuevo. Ya que no podía dormir, decidí ir a dar una vuelta por la casa. Así podía disfrutar de ella un poco más antes de tener que dejarla. 

Cuando salí del cuarto me detuve en seco aún sosteniendo la manija. Me había parecido oír ruido fuera de la estancia.

Agudicé el oído aunque no pude notar nada más. Pero mi instinto no me fallaba nunca. Había alguien al otro lado de la puerta.

En otra ocasión estaría asustada, pero esa vez era diferente. No tenía miedo, solo curiosidad. 

Me acerqué con suavidad sin encender la luz. Junté mi oído a la madera y tan solo escuché. Quien fuera la persona que estaba merodeando fuera, no se decidía a llamar.

Acaricié la madera, indecisa. No sabía si abrir o dejarlo pasar. Tenía ligeras sospechas de la identidad de la persona que se encontraba al otro lado, pero no me atrevía a dar el paso. 

En un instante, de repente, dejé de sentir la presencia y abrí de golpe la puerta. 

No había nadie.

Confusa, salí al pasillo para encontrarme sola en la penumbra iluminada por la luz de la Luna. 

«¿Me lo habré imaginado?»

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Stephen's Pov

—¡Maldita sea! —me senté molesto conmigo mismo sobre la silla de mi escritorio. 

No podía. Era demasiado para mí.

Si llegaba a verla en ese momento me hubiera podido el sentimiento y habría sido el mayor egoísta del mundo.

«Es su decisión y tengo que respetarla». 

Así estaría a salvo. Nadie le haría daño mientras no estuviera. Sabía que había decidido sabiamente. Yo también lo habría hecho.

Por el bien común, pero sobretodo... lo habría hecho por ella, para no arriesgarla.

En ese momento oí la voz de mi conciencia hablar suavemente en mi cabeza, que extrañamente me la imaginaba muy parecida a la de mi amigo asiático.

«Se te va la luz, Stephen. ¿Qué vas ha hacer cuando te quedes a oscuras?»  

𝐓𝐡𝐞 𝐌𝐚𝐠𝐢𝐜 𝐈𝐧 𝐘𝐨𝐮 || 𝐃𝐫. 𝐒𝐭𝐫𝐚𝐧𝐠𝐞 𝐱 𝐎𝐜 ||حيث تعيش القصص. اكتشف الآن