Nuestro.

Capítulo 32.

Él intenta correr a mi lado, tiene un arma en su mano, no me gusta verlo con armas.

—¡Atrás! —Grita Ethan disparando al cielo, él frena en seco mirándome asustado.

—¡Suéltala perro hijo de puta! —Levanta su arma apuntando a Ethan.

—Vamos, dispárame y verás cómo luce ella en una caja de muertos.

Theo empieza a caminar sin importar las amenazas, se acerca a mí, pero frena cuando Ethan pone el arma en mi cabeza.

—No la mataras, no te conviene. —Dice Theo.

—Acércate y averígualo —Ethan besa mi cabello—. Sabes, hace unos orales de maravilla, deberías probarlos.

La cara de Theo se horroriza mientras la mía se llena de lágrimas, aún tengo la mitad llena de sangre y me duele mucho.

—Bien, me iré de Londres. Joder, no volveré, pero suéltala.

—¡No! —Me niego, muerdo el brazo de Ethan haciendo que aligere su agarre. Me suelto y corro a los brazos del hombre que amo, un disparo frena mi paso haciéndome caer al piso.

El dolor se expande en mi pierna. Ethan me disparo.

El grito de Theo pone en alerta a los hombres que corren en nuestra dirección, Ethan me toma rápido haciéndome su escudo otra vez.

Mis quejidos de dolor hacen que el pecho de Theo suba y baje rápido.

—¡Escúchame! —Grito, cautiva del dolor—. ¡Hay copias de los papeles, úsalas! —Le grito—. ¡Están en...!

El golpe en mi cabeza me quita la conciencia.

Theo.

Vi como se la llevaba sin poder evitarlo, no pudimos disparar porque ella recibiría el impacto de las balas.

Está destruida, golpeada, magullada y las palabras de Ethan se repiten en mi mente.

"Sabes, hace unos orales de maravilla, deberías probarlos"

Ese cabrón la está violando, la sangre que empapaba su cara no sale de mi cabeza y el disparo causa estragos en mi pecho.

Camila llora envuelta en los brazos de Jacob, quedó destruida cuando le conté todo.

Hay copias de los malditos papeles, pero no tengo la más puta idea de donde estén.

Michael Blake cruza las puertas de la mansión Longwell, está molesto y camina directo hacia mí. Me toma por el cuello de la camisa.

—¡No sirves para una mierda! ¡Dijiste que la traerías de vuelta y no lo hiciste!

Según está triste, pero no me convence. Hay algo que no me cierra.

Me choca contra la pared.

—¡Hago más que usted! —Me libero con facilidad de su agarre y ahora soy yo quien lo pega a la pared—. ¡Si tan inservible me cree entonces tráigala porque no lo veo haciendo una puta mierda!

Me mira con rabia y desprecio.

—Eres igual de altanero e inservible que tu padre.

—¡Y usted es una lacra hijo de perra que ahora quiere dárselas de buen padre cuando siempre ha sido una mierda con ella! —Todos observan en silencio y él me mira con ira—. Así es, ¡dije lo que nadie se atreve a decirle!

—En estos momentos solo me importa una persona y es Madison, así que su opinión sobre mí se la puede pasar por el culo porque, ¡me importa una mierda!

—Lárgate de mi casa ahora mismo. —Camila se levanta con la cara llena de lágrimas y le señala la puerta—. ¡Largo! —Intenta acercarse a ella y Jacob se atraviesa.

—Michael Blake, lárguese —no le baja la mirada—. Aquí todos sabemos quién es y si tan grande dice ser entonces traiga a Madison de vuelta, si no tiene nada útil que decir, lárguese. —Dice la última palabra despacio.

Sale dando un portazo.

—Mire, señora, le recomiendo divorciarse —dice mirando a Madelaine que también está llorando—. Es un cerdo golpeador y manipulador.

Todos nos estamos quedando en la mansión Longwell que también sirve como lugar de planeación sobre qué haremos. Fue oferta de Adam y Olive Longwell.

Salgo al jardín con la imagen de Madison aun rondando en mi cabeza, si no saber su estado me tenía mal, saberlo me tiene peor.

Dios, se veía tan mal.

Me sentí tan impotente de tenerla frente a mí y no poder hacer nada. Me quede congelado al ver su estado.

Su cara empapada de lágrimas y sangre se repite como una película en mi cabeza, la imagen me tortura segundo a segundo.

Hay copias de los papeles, pero no tengo una puta idea de donde estén y sin esos papeles no puedo sacarla de ahí.

Mi cabeza empieza a doler, debe ser por la falta de comida.

Mi celular vibra, es Maximilian.

—Dime.

—La sacaron de la ciudad, no está aquí —informa—. Mande a registrar cada bodega, manicomio, hospital o casa abandonados y no hay ni rastros de ella. Si está fuera de la ciudad será más difícil encontrarla.

—Bien, gracias por la información —la llamada termina y vuelvo con los demás—. La sacaron de Londres.

Los sollozos de Madalaine aumentan, está abrazada a Olive Longwell quien la consuela. Mi madre y Thiago permanecen sentados, mi hermano menor luce horrorizado y mi madre asustada. Camila esconde la cara en el cuello de Jacob, pero por el sube y baja de su pecho puedo ver que también está llorando.

Todo esto es un caos y no creo que esté ni cerca de terminar.

Lamento que los últimos caps hayan sido cortos, era eso o dejarlos sin actualización🥲

Yo que ustedes no aparto los pañuelos de mi lado...