🐾Capítulo Uno🐾

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Park JiMin era un omega de diecinueve años el cual tenía un pequeño cachorro bajo su cuidado, sí, era padre soltero, la vergüenza para su familia, un omega usado y abandonado, según decía su madre.

Quedó en estado luego de haber asistido a la fiesta de despedida de su instituto, era novio de una alfa llamada Momo, eran la pareja "perfecta" esa noche bebieron sin control lo que provocó que se acostaran sin usar protección y así llegó a su vida el pequeño Park BeomGyu

Cuando sus padres se enteraron que estaba en cinta lo sacaron de la casa, había deshonrado el apellido Park, ningún alfa lo aceptaría con el cachorro de otro alfa, esas y más cosas eran las que recordaba que le habían dicho antes de sacarlo como un perro del lugar que por tantos años fue su casa.

Esa noche fue a casa de Momo para decirle lo que pasaba y buscar una solución, pero Momo simplemente le dijo que ella no podía hacerse cargo, que era muy jóven y no quería cachorros, la única solución que le dio fue abortar, pero él no era capaz de hacerlo, así que solo se dio la vuelta y se fue de ahí.

No tenía a donde ir ni a quien llamar, fue a la estación de trenes, era el único lugar donde podía cubrirse un poco del frío, llegó al lugar y tomo asiento en una banquita, solo observaba a la gente pasar de un lado a otro, subir y bajar del tren.

Eran ya las once de la noche, estaba cabeceando en su lugar, su cuerpo estaba entumido, soltando un jadeo se levantó para caminar un poco y estirar su cuerpo, cuando se dio la vuelta para tomar su pequeña mochila observó dos asientos más allá una maleta, con cuidado la tomó para ver si tenía alguna cédula que le dijera quien era el dueño.

Tomando asiento de nuevo abrió la maleta viendo un fajo de billetes y un boleto para tomar tren a Seúl, tomando un poco de atrevimiento contó el dinero viendo que con eso podría vivir un mes completo, cerró la maleta y la dejó a su lado, se quedaría con ella hasta que alguien llegara a buscarla para entregarla.

Pasaron las horas y finalmente se hizo de día, JiMin despertó con la maleta aún a su lado, nadie había ido a buscarla, la volvió a abrir y vio el boleto, la salida del tren decía que era para las nueve de la mañana, sacó su celular y reviso la hora, quedaba una hora para que saliera.

Se puso de pie y camino por ahí pensando en que hacer, no quería quedarse en Busan, no tenía nada ni nadie, en cambio si se iba a Seúl podría empezar de nuevo, junto a su bebé.

— Si alguna vez me doy cuenta quien era el dueño de esto prometo pagarle todo — susurro para él mismo y así fue como se fue a Seúl a empezar una nueva vida.

Cuando llegó a Seúl estaba totalmente perdido, nunca había ido a la ciudad, tenía miedo y no sabía a donde ir, decidió sentarse en la banca de un parque para tranquilizarse y pensar que era lo primero que tenía que hacer

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Cuando llegó a Seúl estaba totalmente perdido, nunca había ido a la ciudad, tenía miedo y no sabía a donde ir, decidió sentarse en la banca de un parque para tranquilizarse y pensar que era lo primero que tenía que hacer.

— Bueno, lógicamente lo primero es buscar un departamento — iba enumerando con sus dedos chiquitos — luego buscar un trabajo, hacer el examen de admisión de la universidad y cuando todo eso este hecho, comenzar a comprar las cosas de mi bebé — sonríe y se pone de pie para buscar algún lugar.

Por suerte no le costó mucho encontrar un departamento, no era muy bueno, pero si cómodo y estaba amueblado, justo lo que necesitaba, la dueña era una señora muy amorosa y le ayudo a conseguir trabajo en el restaurante de pollo frito de su sobrino, un beta cuarentón poco simpático.

El trabajo le ayudaba para pagar la renta y salir con la comida, iba viviendo al día, pero para él era más que suficiente.

Aplicó para la universidad y afortunadamente logró entrar, claro que no pudo ingresar a baile contemporáneo por su embarazo, así que decidió entrar a pintura, algo que también llamaba su atención.

Su familia nunca hizo por donde buscarlo, pero él tampoco lo hizo, no quería más humillaciones, bastante tenía con las críticas que le daban en la universidad al darse cuenta que era un omega en cinta y sin un alfa, aunque realmente no le molestaban del todo.

Cuando su cachorro nació llegó una nueva preocupación, ¿quién lo cuidaría mientras trabajaba y estudiaba? Por suerte en la universidad le dijeron de una asociación que tenía el gobierno para omegas solteros con cachorros, prácticamente era una guardería pública y eso le ayudo de mucho por qué sabía que su retoño es tan a bien cuidado.

Su problema empezó cuando BeomGyu cumplió el año, era más inquieto y ya no dormía temprano, el cachorro se dormía hasta que se acostara con él y le diera leche y cantara, por lo que no podía hacer sus tareas con calma, tenía que estar pendiente a su hijo, por lo que una idea llegó a su mente.

— Haré transmisiones y que ellos te cuiden — murmura.

Tenía bastante seguidores y con suerte la encantadora carita de su cachorro llamaría la atención, si así era sería un exito total, había visto que varia gente hacía esos videos, dejaban a su bebé frente a la cámara y ellos se iban a hacer algunas cosas, entonces lo intentaría.

— Pero... — ladea la cabeza pensando — ¿como me avisarán si te pasa algo? No puede ser por comentarios por que no los voy a leer — hace un puchero, su idea no iba a funcionar — a menos que... A menos que alguien solicite unirse a la transmisión, ahí si podrían avisarme si algo te pasa — sonríe — mi amor, deberás poner tu carita más preciosa para llamar la atención y que tu papi pueda hacer las tareas — lo carga y apachurra.

Decidió hacerlo ya, nada perdía con intentarlo, le puso una pijamita de osito a su cachorro, lo acomodó en el medio de la cama con muchas almohadas alrededor para asegurarlo y luego fue por su teléfono para ingresar a Instagram y acomodar el teléfono en un lugar donde enfocara bien a su cachorro, cuando encontró el angulo perfecto, dio inicio a la transmisión, dejo un mensaje fijado explicando la razón del Live y espero a que gente se uniera, espero y espero, no se había unido mucha gente, pero para ser la primera vez estaba bastante bien.

Cortó la transmisión y se acostó junto a su cachorro, ya mañana lo intentaría de nuevo, en algún momento su idea iba a funcionar, solo era cuestión de tiempo.

Con eso en mente se quedó dormido abrazado a su hijo que se aferraba a su camisa y restregaba su naricita de vez en cuando para llenarse del delicioso aroma que su papi desprendía.

14-08-2022

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14-08-2022

Hola, ¿cómo están?
Espero que esta historia vaya bien y poder llenar tanto sus espectativas como las mías.
Estoy muy emocionada de empezar esta historia junto a ustedes.

¡Gracias por leer! 💜

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