—¿Desde cuándo andas tan maduro? —no se parece en nada al Jacob que estudiaba conmigo en Manchester.

—Es mi novia. Es perfecta, madura para situaciones serias y sobre todo inteligente —sonríe—. Genial, ahora estoy igual que tú.

—¿Igual que yo?

—Como un idiota; embobado y enamorado.

—¿Quién te dice que soy un idiota embobado y enamorado? —enarco las cejas—. En fin, volviendo al tema de Madison, tienes razón. Ella no es sumisa y menos dócil, la tiene que estar obligando con algo.

—Tendremos que investigar y para eso necesitamos a mi suegra —dice orgulloso, lo miro sin entender—. Es la abogada de mi castaña, algo debe de saber.

—Bien, me cambio y vamos. —me levanto terminando de tomarme el té, así es, Jacob me trajo té con Hamburguesa. A veces de verdad creo que algo le falla en el cerebro.

Al menos es té frío.

Me cambio con lo primero que encuentro en el closet, bajo y tomo las llaves del carro, Jacob baja detrás de mí al estacionamiento. Se va en su Jeep y yo en mi Lamborghini.

El camino a la casa de Camila es de más o menos una hora, a Jacob le abren las puertas al instante. Bajamos y Camila es quien nos abre.

Le da un beso a Jacob y a mí me saluda con un abrazo, es buena chica, es de esas mujeres que caen bien al instante.

—Pasen.  —se hace a un lado cuando entramos—. ¿Qué te paso? —indaga, observa mi rostro con el ceño fruncido—. Cuando me llamaste te escuche borracho, pero parece que te agarraron entre tres y te golpearon.

—Seis, de hecho —confirmo y su rostro se horroriza—. No es nada, algunos perdieron dientes y se le partieron huesos, créeme, puedo decir que salí invicto.

—¿Me dijiste que querían hablar con mi mamá? —trata de cambiar el tema.

—Si. —Jacob la abraza—. Theo necesita hablar con ella.

—Bien, está en su despacho, le digo y te aviso. —nos deja en la sala encaminándose a la gran puerta que supongo da al despacho.

Vuelve unos minutos después.

—Theo, que pases. —Me señala—. Jay-Jay, ven, tengo que mostrarte el resultado de las fotos —llama a mi mejor amigo que la toma de la mano y se dirigen arriba.

Me dirijo al despacho, es bastante amplio y cálido. La mamá de Camila se levanta extendiendo la mano para saludarme.

—Olive Longwell.

—Theo Maxwell. —me presento.

—Adelante —me invita a tomar asiento—. Camila me dijo que deseas hablar conmigo.

—Sí, es sobre Madison —empiezo—, algo no está bien con ella y Ethan, y me interesa saber que es. Pensé que tal vez usted tendría algún tipo de información, ya que es su abogada.

—Eso es confidencial, lo siento, pero no puedo dar detalles sobre asuntos de mis clientes.

—Entonces, si sucede algo... Mire, es por el bien de Madison, créame que en este mundo nadie desea más que yo, verla bien y ella no está bien con Ethan, la trata como si fuese un perro al que debe mandar.

Suspira antes de hablar.

—Tienes razón, algo no está bien, pero no puedo revelarte esa información porque no la sé —busca algo en su escritorio, toma una carpeta y me la pasa—. Mira, ella firmó estos papeles hace unos días y eso no se ve bien...

Nuestro.Where stories live. Discover now