Mi Príncipe Encantado... //Popkeda//

Cap.5 {Plan?...}

-Un plan?, y como es?. -Dijo Popee.

-Bueno, pues te podrás quedar durante un tiempo sin problemas!

-Un tiempo?, y que pasará cuando acabe ese tiempo?

-Dejamelo a mi!, ahora, traje algo de comer mientras de digo el plan!

-oh, bueno gracias.

(...)

Después de darle la comida a Popee, Kedamono se sento, y con una sonrisa le contó su plan...

-Mi madre saldrá a Inglaterra, y puedes quedarte ahí hasta que vuelva!, aunque hay un pequeño problema...

-Que es?.

-Pues parece que me cuidara un guardia, y no se si el te deje quedarte

-uh...entonces que hacemos?

-Más bien que haré, yo me encargo!, quizás si te cambio la ropa y te hago pasar por alguien del pueblo... Pero también están los guardias, y quizas te reconozcan!. Ugh! No se que hacer!

-Ah... -Popee suspiro. -Mejor olvidalo Keda.. No entraré al palacio nunca. -Dijo partiendo un pedazo de pan para después dárselo a Kedamono.

-Gracias, pero no dejaré que te quedes aquí!

-En serio que eres necio...

Se quedaron ahí unos minutos, sin hablar y sin verse. Kedamono quería ayudar a Popee, no podía comprarle una casa o algo así, ya que su madre nunca le daría dinero para algo así...

-Uh.. Lo siento, pero tengo que irme...

-Tan pronto?. Creí que te quedarías un poco más..

-Debo volver, o se darán cuenta que no estoy.. Hasta luego Popee...

-Esta bien... Adiós..

Kedamono tomó sus cosas y se fue de aquel callejón, corriendo lo más rápido que podía para llegar sin que fuera descubierto, aunque su plan no salió como pensaba..

Al llegar al palacio, entró sin ser visto, pero mientras caminaba por las escaleras, el guardia que se encargaría de cuidarlo lo vio.

-Su majestad?, ya desperto?

-Oh! Eh.. Si!, hace poco que me desperte jeje...

-Me alegro, tiene hambre? Puedo cocinarle lo que guste.

-Uh, no gracias, creo que pir ahora solo un vaso de agua está bien.

-Muy bien, en seguida se lo traigo.

-Gracias...

Después de que el guardia se fuera, Kedamono corrió hacia su habitación para encontrarse a Víctor, que parecía estar algo preocupado.

-Príncipe!, me alegro que haya llegado, su madre está por marcharze y quería despedirse de usted.

-Oh, ya voy, gracias Vic..

-No es nada Príncipe.

Kedamono se dirigió a la habitación de su madre y tocó con temor la puerta, recibiendo a cambio un "pase" de su madre. Siguiendo la indicación, Keda entró en aquella gran habitación, se acercó a su madre quien volteo lentamente para encontrar sus miradas.