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Mascando chicle, Uzui miraba por las calles mientras caminaba. Buscando materiales en específico. Luego del esfuerzo físico en él que vivió envuelto para la competencia quiso volver a una de sus prácticas más viejas. Su antiestrés natural.

Pidió un cuaderno, unos lápices, una goma de borrar y papelería en específico para otro momento más adelante. Una vez pago se dirigió a una cafetería donde pidió un pastel y un café, sacando el cuaderno recién comprado y haciendo garabatos sobre él. Lo que se conocía como boceto de práctica. Hacer líneas sin sentido como calentamiento, encontrar una figura entre líneas para seguidamente trazarla. Cosas que hace tiempo no hacía por estar con la mente concentrada en cualquier otra actividad.

Y lo disfrutaba. El arte se le daba bastante bien desde que tenía memoria. A los 15 minutos había hecho un boceto simple a falta de detalles, guardando la libreta y yéndose una termino lo ingerido. Aprovecharía así esas vacaciones para relajarse, después de todo aún faltaba tiempo para un próximo torneo.

Sacando su teléfono le aviso a Kyojuro que iría a su casa, producto de la confianza que tenían y de qué no quería estar en la suya por un rato.  Pues, si algo competían Tengen y Kyojuro eran padres estrictos.

— Un gusto verte enano. — Le dijo a Senjuro, hermano menor de Kyojuro. Saludando silenciosamente a Obanai, hermano adoptivo de los rubios. Mucho más callados que éstos.

— Supe de tu competencia. ¿Por eso estás aquí? — Obanai se acercó a él. El patriarca de la casa los miraba desde la distancia, callado y con un rostro que cualquiera le diría amargado.

— Efectivamente. Saben cómo es mi padre. — Como si nada, le dijo. Dejando su libreta y mostrándosela a su amigo. — Anda un poco histérico porque perdí, era mi primera competencia lejos de lo escolar.

— Vaya.  Hace bastante que no te veo dibujando. Te queda bastante bien. — Luego de terminar de echarle la ojeada se lo entregó. — Asumo que te quedarás un rato.

— Te recuerdo que es solo un boceto, me falta mucho.  Y si no es molestia. Quería relajarme antes de seguramente volver a entrenar por obra de mi padre.

— Suena como si te estuviera obligando. — Por lo bajo Obanai comentó lo que Senjuro no se atrevía a decir.

— Puede ser. Pero yo enserio lo disfruto. — No podía negar que desde pequeño las actividades deportivas que hacía fueron idea de su padre, alentandolo a practicar y luego ayudando a florecer ese interés. Pero era negar la realidad decir que solo las hacía por su padre. — Siempre se siente dulce la victoria.

— Interesante lo animado que estás para haber perdido. Quiero tener ese ánimo. — Mirando enternecido al menor de los 4, Uzui afirmó, aunque Kyojuro también dió su opinión.

— Más bien diría que es relajó.

— Lo haces sonar mal.

— Dije relajo no pereza. — Tengen quiso reír. En eso, la voz de Shinjuro se hizo escuchar solicitando la presencia de su primogénito que no tardó en hacer acto de presencia junto a él, dejando a su amigo con sus hermanos.

— ¿Me muestras como dibujas? — El menor preguntó, Uzui lo complajo con bastante facilidad.

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El inicio del verano fue como sé esperada. Zenitsu sé había tomado unos días en procesar que iba a hacer, no quería apresurarse en algo que se iba a arrepentir, además, debía ser conciente que le deseo lo peor ese día. Y no, no conocía a Tengen Uzui en verdad, solo la parte más superficial de él, y a su vez esa era la parte que le resultaba tan irritante. Sacando su teléfono consideró que era momento de volver a intentar, más no sabía si llamarlo y hablar con él, o pedirle verse como si fuera una cita…

Dejando la vergüenza que le trajo ese pensamiento de lado, solo marco antes de arrepentirse.

— " Hola, soy Zenitsu. Espero no te moleste pero Tanjiro me facilito tu número" — Detrás de la pantalla el peli blanco reaccionaba sorprendido, más no disgustado.

— "Nunca me molestaría lindo" — Con ironía río el rubio.  — "Pero, si me sorprende esa iniciativa. Desde hace unos días están más sociable conmigo en vez de tus caras de desprecio hacía mi. No me quejo claro."

— "No es nada raro. Pero ¿Quieres que nos veamos? Quería hablar contigo"

— "Una cita entonces" — Dicho esto, le envío la dirección del lugar dónde quería que se vieran. — "Allá hablamos mejor"

— Eres un… No sé porque no me sorprende. — Debía admitir que el último mensaje le generaba cierto sentimiento al verlo. Dejando claro que estaría allí.  — Una pastelería. — Haciendo memoria logró reconocer el lugar, revisando el dinero que tenía guardado. Uhm. Le alcanzaba lo suficiente.

____

El joven albino apoyado en una pared, mantenía su rostro sonriente mientras esperaba. Tampoco fue difícil notar una mancha de color amarillo acercándose a él, ampliando más su expresión, seguro y confiado.

Zenitsu parecía cohibido una vez se vieron a los ojos, en su debido silencio.  Aunque quería verse como era naturalmente.

— ¿Listo? — Preguntó. Señalando a la entrada. Zenitsu asintió, dando un paso al frente junto a él. Una vez cada uno había ordenado y pagado, el albino empezó la conversación, pronunciando lo que estaba pensando desde que recibió la llamada. — Dime chiquitín, ¿Te interesó?

— ¿Uhm? No entiendo a qué viene la pregunta. — Tomando asiento se cruzó de brazos. Adoptando una defensiva.

— Quiero confirmar si te gusto, es un poco sospechoso este cambio de actitud. — Sujetando su mentón le hizo saber, antes de tomar el primer mordisco de su postre. Pidió un pastel frío de 3 leches, Zenitsu se conformó con unos panqueques.

— No. No es eso, o por lo menos ni yo lo sé. — Admitió. Pensó en primer momento que admitirle eso sería más complicado. — No tengo idea honestamente.

— Oh. Osea que si tengo oportunidad, prometo no decepcionarte.

— Suena a qué te gusto. Solo te informo que no té creas el macho más extravagante, tendrás suerte para enamorarme.

— Okey, okey. Aunque que yo recuerde la vez pasada que nos vimos, la pasaste bien. 

— Y por eso te estoy dando el beneficio de la duda. No fue tan desagradable como pensaría hace unos meses.

— Jajaja.

— Eso si, la cagas y te parto las… — Uzui no lo dejó terminar.

— Hey, no seas tan drama King mi pequeño que estamos en público. — Haciendo una señal con las manos le solicitó que bajara la voz. Ambos rieron tras ese comentario.

Gustando del insoportable.Where stories live. Discover now