PRÓLOGO

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Con el tiempo en contra, el sonido intermitente de la alarma de emergencia y gotas de sudor corriendo por las frentes, Mary tecleaba a toda prisa en el computador; a su lado, Robert, mandaba comandos al generador de ozono en la superficie de la estratosfera con rapidez.

― ¿Crees que nos de tiempo? ―pregunto Robert.

― Hay que intentarlo.

― Sabes que el helicóptero no nos va a esperar toda la vida.

― De todas formas nosotros no iremos a la cúpula, no para formar parte de un grupo corrupto y narcisista.

― Tu y Riam deberían considerarlo, tienen un hijo en el que pensar, merece un futuro.

― ¿Y crees que en la cúpula lo tendrán? Tu y Tiffany están cegados por el miedo.

― Y ustedes por el idealismo; se que nuestros gobernantes no son santos, pero ir a vivir a una montaña en las condiciones en que esta nuestro planeta es una locura.

― Nadie sabe más sobre los fenómenos naturales que Riam, en ese lugar estaremos a salvo.

Robert guardo silencio, pensaba que sus amigos estaban cegados por la fantasía de vivir en un lugar apartado de todos, de la guerra, de las catástrofes naturales y de los proyectos terroristas de su gobierno. O tal vez era él y su esposa quien no eran capaces de ver una luz de esperanza y preferían seguir por lo seguro, huir a la cúpula y seguir sirviendo a las personas que habían causado tanto daño; no tenían otra opción, por ellos y por su hija que venía en camino.

Riam era el mejor meteorólogo de todos, jamás se había equivocado en sus predicciones y en sus estadísticas, si él decía que había un lugar en el mundo que estarían a salvos de todo, debía existir, pero ellos no correrían el riesgo, no justo cuando se estaba produciendo un Tsunami.

― El generador esta en posición ―informo Robert enviando los últimos comandos.

― Comenzando el proceso de radiación para la disociación de las moléculas de oxígeno ―prosiguió Mary―, 10%... 20%... 30%...

El sonido de la interferencia de un walkie talkie hizo que ambos se detuvieran, Mary tomo rápidamente el aparato.

― M...ry... Ma...y.

― Aquí estoy Riam ―respondió apretando el botón.

― El agua... es... segun... piso.

― ¿Qué dijo? ―pregunto Robert asustado.

― Rapi... e... tarde.

― Tenemos que darnos prisa ―aseguro Mary soltando el aparato― nos queda poco tiempo. Proceso de disociación finalizado, comenzado etapa de formación molecular, ¿Cómo va el generador, Robert?

Ante el silencio Mary giro para ver a Robert, su amigo miraba fijo la luz roja de emergencia, parecía severamente preocupado.

― ¿Robert?

― Esto es en vano ―dijo luego de unos segundos― el laboratorio quedara destruido por el agua y no habremos logrado nada con el generador de ozono... Esta vez Riam se equivocó.

― Al menos sabremos que el prototipo funciona, y podremos... podrás crear la capa de ozono superficial cuando estés en la cúpula.

― Tendré bastante tiempo para hacer pruebas, ahora debemos irnos.

― Ellos no te dejaran hacer pruebas, ellos no quieren salvar el mundo, solo se quieren salvarse ellos, este es el momento justo.

― Lo siento Mary, mi esposa me está esperando.

Robert corrió hacia la puerta; al abrirla la fuerza del agua lo tumbo al piso arrastrándolo hacia el otro lado de la habitación. Mary se paró rápidamente al darse cuenta que el agua le llegaba a las rodillas.

― ¿Estas bien? ―pregunto ayudando a su amigo a ponerse de pie.

El agua comenzó hacer cortocircuitos en las maquinas y en los mandos de control, las pantallas que habían pasado horas en velas vigilando comenzaban a verse distorsionadas.

― No... ―susurro Mary corriendo hacia las maquinas tocando todos los botones con desesperación― ¡No!

― Mary, ¡Mary!, tenemos que irnos ―dijo Robert tomándola del brazo.

― Nuestro trabajo ―respondió rehusando a separarse de las maquinas.

― Eso no importa ahora, debemos irnos.

― Pero...

― Mary escúchame ―Dijo Robert tomándola de los dos hombros― no importa la cúpula, no importa si nos separamos, no descansaremos hasta que el plan este hecho ¿De acuerdo?

Mary asintió y ambos salieron a toda prisa a reunirse con los demás; sin saber que nunca mas volverían verse y que sus vidas tomarían rumbos diferentes, pero su legado seguiría en un futuro hasta lograrlo.

Nueva era (En proceso de edición)Where stories live. Discover now