Capítulo 6: Aprender a quererte.

Magsimula sa umpisa
                                    

Hice una mueca al escuchar sus palabras.

-Mientras yo hago tu trabajo, tú te vas a follar con un tipo. ¡De verdad que estás loca mujer! -escucho su risa a través del teléfono y me es imposible no hacer lo mismo que ella.

-¿Como supiste que verdaderamente lo que haría es follar sin control con ese sexi hombre? -arrugo mi seño por sus palabras -Gracias chica muerte por entender y ayudarme en esta noble y pervertida causa.

Un momento. ¿Cuando acepte su loca propuesta? o peor aún, ¿cuando le dije que la ayudaría en su causa noble y pervertida?

»-Más tarde te envío la dirección del lugar -sin decir nada más Clara termina la llamada dejandome mirándome con el seño fruncido.

Lanzo el celular a la cama y posteriormente me recuesto en la cama, cierro los ojos y me acomodó para dormir una pequeña siesta cuando la puerta de mi habitación es tocada con bastante urgencia.

-¡Pase! -grite y un segundo después vi como Mark ingresaba a la habitación. Eso significaba problemas. -Qué sorpresa verte en mi habitación querido Mark -ironizó y él rodó los ojos.

-Nora por favor aléjate de él -me levanté de la cama de un saltó al escuchar sus palabras -No puedes seguir con el absurdo juego que tienes. Porque eso puede llevarte a la muerte Nora y eso es lo que no quiero. No portaría ver a mi pequeña Nora muerta.

Lo miró a los ojos y estos se encuentran cristalizados.

-¿Qué te pasa Mark? -él mencionado me acoge entre sus brazos y me abraza con fuerza. -Estas raro grandulon.

Mark no me responde la pregunta que le hice porque solo se dedica a abrazarme con fuerza. Frunzó mi entrecejo mientras no pongo oposición a que él me abrace con fuerza.

Unos pocos minutos transcurren y con ellos la necesidad de información aumenta considerablemente.

-Ese maldito hombre acabo con todo lo que amaba. Mato a mi amada Natasha -me quedé en silencio escuchando sus palabras -Osvaldo me quito toda la felicidad que tenía.. Por eso no quiero que estés junto a Aiden Sanducetti, porque ese ser despreciable podría hacerte la vida una mierda, Nora.

-Pues ya tengo que estar en su lista negra. ¿Es que no has visto como quedó ese hombre? ¿Viste las noticias? -Mark se separó de mi para mirarme a los ojos -Lo deje en el hospital, muy mal herido. E incluso pude que en este momento estén convenciendo a sus hijos de intentarlo en un sanatorio mental.

Él miro y negó pero esta vez tenía una bonita sonrisa en sus labios. Sinceramente no entendía como el ser humano podía cambiar su estado de ánimo en tan solo un segundo.

-Busca a tus amigos sicarios porque ese te matara con sus propias manos. Ya te lo advertí Nora -Sonreí mostrando mis dientes, Mark por su parte entrecerro los ojos y negó con la cabeza.

Cuando el grandulon iba a hablar escuchamos la voz de mi padre.

-Mark, dile a Nora que tenemos que ir a practicar a la pista de carreras -Mark me miro con una ceja enarcada y posteriormente lanzó una gran carcajada. -¡Que se apure y que no trate de matarte!

Mark se alejó de mi a paso rápido pero antes de salir de la habitación tropezó con el misma butaca con la que mi padre había tropezado.

¿Qué pasa con esa butaca? Esta colaborado para que griten a los cuatro vientos que quiero matarlos a todos.

Mark me da una mirada envenenada pero no detiene su andar.

Cuando el grandulon salió de la habitación lancé una fuerte carcajada y posteriormente me acosté en la cama pero fue cerrar los ojos para volver a escuchar las palabras de mi padre.

El Rey Del Dragueo©® (Completa)Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon