GUARDIANES | LA OSCURIDAD: FASE 1, PLUTON

Demoras espaciales

Marcus se levantó viendo su nave caerse a pedazos. A su alrededor, todos estaban levantándose o ayudando a los que habían quedado inconscientes, excepto Flor y Centella quienes estaban de pie a su lado.

—Necesito reconstruirla. Se la llevaron.

—Marcus, lo lamento. —Ladró Tsuky a su lado.

—¿De quién hablas? —Preguntó Flor acercándose.

—Martha. Alguien la tiene.

Marcio y Thomas pusieron sus manos sobre los hombros de Marcus.

—¿Cómo lo sabes? —Le preguntó Tarquín, el semidiós había tenido sentimientos por Martha, y aunque ya no los sentía, seguía apreciándola.

—Vi como un portal la absorbía, cuando flotaba en el espacio. Antes de venir aquí —Marcus se levantó—. El hechizo no la alcanzó —Marcus empuñó su hacha—. No sé quién o porqué se la llevaron, pero debemos recuperarla.

—La salvaremos.

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Marcus construyó un brazo biónico para reemplazar el que había perdido cuando Tessa explotó en Andrómeda. Y lo activó utilizando la energía de Centella. El brazo era rústico y hacía movimientos toscos, pero no tenía tiempo para desarrollar algo mejor; debían salvar a Martha.

Marcus dibujaba planos para la nueva nave, la cual llevaría el nombre de su difunta madre. No sería tan grande y detallada como una vez lo fue L.A.I.K.A. pero funcionaría para transportarlos.

—¿Podrás reconstruirla? —Preguntó Marcio jugueteando con sus manos.

—Sí, pero necesitaré toda la ayuda posible —Le mostró los planos—. Utilizaremos las dos cápsulas restantes.

Con ayuda de los elegidos, Marcus comenzó a construir la nave. Park —quien se había transformado en él momentáneamente— lo ayudó a moldear las piezas y ponerlas en su lugar. Centella las soldaba y Flor las aseguraba con hechizos.

Continuaron la construcción, cuidando que alguna patrulla local no los encontrara y les preguntara por el permiso de aterrizar en la ciudadela. Cuando terminaron, Marcus y Tarquín fueron a la cabina de pilotaje.

—¡Ahora! —Dio la señal por el intercomunicador para que Centella se conectara a la nave y alimentará el motor.

Y tras algunos sonidos poco esperanzadores, la nave encendió. Se reunieron en la sala común para festejar su logro y trazar un plan para recuperar a Martha de quien fuera que se la hubiese llevado.

Tsuky se subió sobre la vieja mesa que habían colocado en el centro.

—Nuestros caminos han de separarse —Anunció la husky mirándolos a cada uno detenidamente—. No podría estar más orgullosa de ustedes. Han sido valientes al aceptar esta misión y ahora, me temo que deberán cumplir la profecía por su cuenta, pero prometo que nos volveremos a cruzar.

—¿Nos dejarás? —Preguntó Tarquín había sido de los primeros elegidos y había dado por hecho que tanto Sara como Tsuky estarían con ellos; sin embargo, Sara se había ido tiempo atrás y ahora Tsuky también lo haría.

—No por mucho tiempo. Todo se aclarará cuando las profecías sean cumplidas. —Volteó a ver a Marcus—. De verdad, lo siento.

Acto seguido, Tsuky desapareció en una nube morada.

—Ya la oyeron, debemos hacer esto por nuestra cuenta.

Marcus y Tarquín regresaron a la cabina de pilotaje y despegaron la nave esperando que aún hubiera tiempo de salvar a Martha.