- Leo: Claro que sí pequeña, pero ella también me ayudará, será quien haga contigo las cosas que no me da tiempo de hacer yo.

- Lily: ¿Cómo jugar y llevarme al parque?- secó con su manita la lágrima que se le había escapado, cambiando su expresión por una divertida y llena de ilusión.

- Leo: Si Lily.- la niña aplaudió contenta, para después dirigirse a su nueva niñera.

- Lily: ¿Jugarás conmigo a las muñecas, y luego me llevarás al parque?

- _____: Claro que si nena, haremos todo lo que tú quieras, claro mientras tu papi y tu Abue estén de acuerdo- no quería comprometerse con algo que tal vez no le podría cumplir a la niña.

- Lily: ¡Qué bien!- soltó llena de emoción.- Vayamos a mi cuarto ____, te mostraré todos mis juguetes.

- ____: Jajaja está bien.- La niña la tiró de su mano mientras Leo le susurraba un "Buena suerte", con una mirada un tanto melancólica.

Sabía que le tenía mucho afecto a la pequeña Lily y a Ian, pues no era necesario que nadie hiciera comentario alguno para darse cuenta de que era evidente que los quería como si fueran su hijo y nieta.

La niña abrió la puerta de su recámara, revelando en su interior un linda cama con un cobertor rosado con un estampado de las princesas de Disney, decorada con una buena cantidad de peluches de todos los tamaños, las paredes eran de color rosa pálido y había un par de ventanas de tamaño mediano, decoradas con unas cortinas que hacían juego con el cobertor. Al costado derecho se encontraba un armario de caoba decorado con lo que supuso que serían los dibujos hechos por Lily, y alguna que otra calcomanía grande, igualmente de princesas u otros personajes animados de Disney. Luego al lado opuesto a la mitad de la habitación, había una pequeña mesita y alrededor de ésta 4 sillitas, 3 de éstas ocupadas por dos peluches y una muñeca de trapo relativamente grande. Sobre la mesita había un pequeño juego de té. En la parte superior de 3 de las paredes en repisas descansaban más peluches y juguetes. A los costados de la cama, había dos burós, uno de ellos sostenía una pequeña lámpara de Winni Pooh, y en el otro había un alhajero de color rojo. Sin dudas era una habitación de ensoñación para cualquier niña de su edad, y encima tenía baño propio. Lo notó porque había otra puerta blanca hecha de madera con un picaporte color dorado al fondo de la habitación.

Lily, se arrodilló frente a un baúl que se ubicaba a los pies de la cama. Lo abrió sin dificultad alguna y comenzó a escarbar buscando algo. Sacó de su interior un par de muñecas más y le tendió una a _____ con una sonrisa en su linda carita, ella la recibió gustosa mientras la niña cerraba el cofre.

Ambas comenzaron a jugar, bueno más bien _____ le seguía el juego a Lily, pues la verdad era que ya estaba grandecita como para jugar a las muñecas y se aburría mucho, pero haría lo que fuera para hacer feliz a la niña.

[...]

Después de aproximadamente 2 horas, todas estaba preparando lo necesario para sentarse a comer, la comida ya estaba lista, sólo era cuestión de esperar a Ian.

A pesar de que Leonora insistía en que no era necesario que ______ ayudara en la cocina, ella sentía la necesidad de ayudar en algo más y no sólo dedicarse a cuidar de la niña.

Ya habían terminado de poner la mesa cuando se escuchó desde la sala que abrían la puerta, Lily que se encontraba sentada en el suelo dibujando con crayones en la mesita de centro, de inmediato volteó a la dirección de dónde provenía el ruido como si fuera algún timbre de alarma, salió disparada hacía la puerta recibiendo a su padre con un gritito de emoción, y como el día anterior, extendiendo los brazos hacía arriba para que Ian la recibiera con un beso en su pequeño cachete.

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⏰ Last updated: Apr 07, 2016 ⏰

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LA NIÑERA (IAN SOMERHALDER Y TU)Where stories live. Discover now