2.- Las sombras se están acercando

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La próxima semana llegó en un abrir y cerrar de ojos, Wukong despertó temprano esa mañana, sus sueños plagados de pesadillas que habían comenzado desde la última vez que MK estuvo en la montaña; no entendía lo que estaba pasando, pero escucharía susurros a mitad de la noche, sus ventanas se abrirían de par en par sin viento aparente, las tablas del techo crujirían y las puertas se azotarían sin razón, y para alguien que amaba dormir esto se había vuelto un completo dolor en el trasero.

Bostezó con pereza, sirviéndose el café más fuerte que encontró, por fortuna (o desgracia) MK tenía que seguir rompiendo uno de los murales de la cueva, el chico aún no había llegado ni a la mitad de atravesar la roca a pesar de llevar casi dos meses así, sinceramente, empezaba a preocuparle a Wukong que el niño se estuviera viniendo abajo, así que siempre se aseguraba de colmarle de elogios y consejos motivacionales.

Cansado, invocó su nube para dormitar en ella, poniendo su mejor sonrisa despreocupada.

Flotó hasta la entrada de la cueva donde esperó al chico.

Una hora... luego dos, después tres...

Cuando despertó de nuevo, el sol comenzó a bajar ahora a la distancia, posiblemente las cinco de la tarde y no hubo ningún rastro de su estudiante, Wukong se preocupó, ¿y sí algo malo había surgido?

Estaba por lanzarse a la ciudad cuando la cascada se abrió, el sabio dejó salir un suspiro de alivio antes de ver el estado de Xiaotian, el chico aferró a su bastón mientras cojeaba, su frente sangrando de un lado mientras todo él se veía bastante magullado y polvoriento.

—¡Niño! ¿Qué sucedió? — preguntó llegando a él, el chico se derrumbó en el suelo, jadeante, pero sus cejas fruncidas demostraron lo molesto que estaba.

—Fueron unos demonios raros, me arribaron en el puerto, creo que uno de ellos me mordió, no estoy seguro— Murmuró cansado.

—¿Y acabaste con ellos? Si no es así puedo ir...

—¡Por supuesto que acabé con ellos! Estaban intentando prenderles fuego a los barcos anclados, apenas y pude ganarles, si no fuera por la ayuda de ese extraño no creo haber salido bien de ahí—

—¿Un extraño? — Preguntó Wukong.

—No sé cómo se llama, es el dueño del circo que se ha detenido en la ciudad, es algo así como super fuerte y todo eso—

—Hmm, nunca había escuchado de nada similar, pero menos mal que todo salió bien—

—¿Lo ves? Es por casos como este que necesito aprender algo útil, no romper piedras con un palo, tengo que llevar más allá mis poderes, no puedo...no puedo simplemente esperar a que la suerte o tú vengan a mi rescate cada vez que estoy en problemas— Quiso seguir hablando, pero unas manos en sus hombros le detuvieron.

—Mira, sé que te preocupas, pero mis palabras siguen siendo las mismas, tu entrenamiento-

—¡¿Entrenamiento? ¡Eso no es entrenamiento, es...es sólo tu haciendo hacerme cargo de tus tareas! —

—Niño, las cosas no son como parecen— Intentó calmar Wukong, pero MK estalló.

—¡¿Entonces que es? ¿es por qué no confías en mí? ¡Dilo, no crees que soy suficiente para manejar tus poderes! — Gritó enojado, el sabio hizo una mueca.

—Eso no es cierto y lo sabes, nunca te forzaré a cruzar límites para los que no estás listo—

—¡¿Y cuándo estaré listo si no me empujas?! No puedo quedarme sentado de brazos cruzados viendo como destrozan la ciudad— Clamó impotente. — esta vez fue el muelle, mañana podrían ser mis amigos y tú simplemente me tienes jugando con rocas mientras holgazaneas todo el día, ¡no dejaré a la deriva a quienes amo porque tú seas un pésimo maestro! — Wukong se quedó en silencio con los ojos abiertos, mirando a su heredero con sorpresa, incluso el mismo Xiaotian pareció sorprendido por su audacia, pero rápidamente lo dejó pasar, dándole la espalda a su mentor.

Shadow CircusWhere stories live. Discover now