Mulan [ AkazaxKyojuro]

(❀ℭ𝔞𝔭𝔦𝔱𝔲𝔩𝔬7❂)

Corto la punta del árbol, Muzan fruncio el ceño, mirando a aquella montañas que que habían sido tapadas por una parte del árbol que ya hacía cortado, diviso en lo lejos un animal que volaba en dirección a el.

El halcón acercándose a el hombro de su amo, antes de inprecnarse en la ropa de Muzan, arrojo justo en la mano de este, una linda muñequita de tela, con el cabello de un animal que estaba minuciosamente delgado, los ojos, con unos botones de diferente color y forma, con los bordes de costura mal hechas, parecían pertenecer a una niña que estaba aprendiendo a coser.

Bajo del árbol de solo un salto, encontrándose con sus subordinados, miro a uno, tirándole la muñeca.

- ¿Que ves ahí? - pregunto mirando directamente a los ojos del hombre al que le había arrojado la muñeca mal hecha.

- Es vino de las montañas altas, mi señor - menciono entregando a su compañero que estaba su lado.

- Pelo de caballo, garañones imperiales.

Otra persona toma la muñeca, oliendo el objetivo con detenimiento, para en segundos mirar a Muzan. - Sulfuro de los cañones - respondió, extendiendo su brazo para que el de cabellos rizados tomara nuevamente el objeto que anteriormente les había entregado.

- Está muñeca proviene del paso tongzhou, en dónde el ejército imperial nos espera - hablo mientas pellizcaba las delgadas telas de el pequeño juguete.

- Será fácil evitarlos, señor - sonrió el subordinado mirando Kibutsuji.

- No, el camino más rápido hacia el emperador es por ese paso, además la criatura que hizo está porquería la extrañará mucho - dijo, contemplando a unas montañas, apretando fuertemente a la muñequita que estaba en su mano - Tenemos que devolvérsela.

La luna alumbraba a Kyojuro, que se hallaba despojando de toda la vestimenta que tenía, pues el chico quería tomarse un baño, había posibilidad de que los descubrieran. El no tenía un cuerpo parecido al de un omega masculino pero tenía facciones que lo delataban. Pensaba en su familia, en cómo estará su madre, su padre, su hermano y su abuela.

Cerca de el, un pequeño dragón que se movía de un lado otro.

— Oye, oye, no es una buena idea que tal si alguien te ve — estaba preocupado, le había repetido varias veces que no estaba de acuerdo que se bañara, todos iban a descubrir que era omega, solo porque su cuerpo se llenó de sudor. Algunas veces ese chico rubio es demasiado terco.

— Yo quiero bañarme, mi cuerpo está muy sucio, no quiero andar apestando, además no bañado desde que me fui de casa.

— Hay compañeros que no lavan sus calcetines, fuchi, fuchi,fuchi. En lo personal no me desagrada el olor.