Capítulo 02

348 61 28
                                    

—¿Y estás seguro de estarás bien? —pregunta su madre como por quinta vez desde que salieron de casa, a lo que Louis, de manera un poco malcriada rueda los ojos.

—Mamá, ya te he dicho que sí.

Diana suspira y sonríe.

—Sólo me preocupo por ti cielo, es tu primer trabajo serio y estarás fuera de casa durante varios días.

El omega se relaja y le devuelve la sonrisa a su madre.

—Prometo que estaré bien, en serio.

Louis no se considera muy diferente a los jóvenes de su edad, pero sí a lo que se supone que debe ser. No es tan sumiso como la gente espera que sea, aunque tenga una personalidad dulce y cálida, y a veces tiende a ser un poco torpe por naturaleza. Pero es un buen chico, saca buenas notas, lleva una excelente relación con su madre y a veces sale con amigos.

Considera que vive una vida tranquila y que en cuestión de emociones fuertes, nunca ha experimentado nada parecido, pero él no piensa que a su edad sea algo que necesite.

Ahora que se ha graduado del instituto y aspira a que con su promedio pueda obtener alguna beca en una buena universidad, desea también pasar su verano en algún trabajo donde la paga no sea una mierda y tenga lo suficiente como para ahorrar y no tener que depender en nada de su madre para cuando le toque irse a estudiar. Él la ama con todo su corazón, y es por eso que desea ya no ser una carga para ella en ningún sentido.

Diana, su madre, pasas sus días trabajando como asistente de una diseñora que últimamente se ha hecho un renombre dentro de la industria. Louis la ha conocido un par de veces en las ocasiones en donde le ha tocado ir con su madre al trabajo y considera que Alice es una persona realmente agradable. Además, es ella quien le está dando la oportunidad de tener un empleo fácil en donde van a pagarle bien.

Cuando llegan al bonito edificio y Diana deja su auto en el estacionamiento, Louis es el primero en bajarse de este. Siempre le ha gustado el lugar de trabajo de su madre, el ver como todas esas personas van corriendo de aquí para allá con telas, bocetos, patrones e hilos, hablando de los diseños para la nueva temporada o de que estará en tendencia para el próximo año. Él lo disfruta, aunque no sea su pasión, mantiene su interés por la moda como uno de sus principales intereses.

Sobre lo que le apasiona y a lo que quiere dedicarse, pues, para eso él ha enviado varias solicitudes de becas para optar por medicina. Es lo que le gusta, desde pequeño, siempre mantuvo muy en claro lo que haría con su vida y hasta los momentos todo ha salido como lo ha planeado. 

Piensa que su esfuerzo lo valdrá todo en el momento en el que sea aceptado (porque tiene una gran fé en que así será) y vea que haberse quedado todas esas noches estudiando hasta tarde valieron la pena.

—La Sra. Alice llegará en cualquier momento —dice su madre en cuanto ambos entran a su oficina y ella deja sus cosas sobre el escritorio—. ¿Por qué no vas a comer algo en la cafetería?

—No me gusta el café de aquí, sabe a plástico —se queja.

—Louis —advierte su madre, quien más de mil veces le ha amonestado por ser tan brutalmente honesto.

—¡Pero es la verdad!

Su madre rueda los ojos y le tiende un billete.

—Hay una cafetería cruzando la calle, ve ahí para que te compres algo y luego vuelve, no te vi comer mucho esta mañana.

—Está bien, gracias.

Toma el billete y sale directo a subirse al ascensor porque se niega rotundamente a bajar las escaleras. En el camino ve como todos los empleados de ahí comienzan a tomar vida conforme la mañana pasa y ya andan de aquí para allá cumpliendo con sus deberes. Le gusta ver ese tipo de cosas, le gusta la gente que trabaja y se esfuerza por las cosas, en vez de sentarse a esperar a que le caigan del cielo.

Sweet Sweet Lou Where stories live. Discover now