Mystic© (#2)

Chapter 2: Desorientada

    Mystic

    Había despertado ya hacía un rato y lo único que hacía era mirar el techo, estaba desconcertada y me sentía muy extraña, todo respecto al sueño que había tenido la noche anterior me parecía raro, no tenía ninguna intención de ahondar en este suceso así que dejaría que mi vida siguiera tan normal como quería así que me levante camine al baño para ducharme y luego me prepare el desayuno, como hoy era sábado y la semana entrante comenzaba el receso invernal tenía planeado ir al cine esta tarde, una buena película me ayudaría a aliviar mis pensamientos, era algo que siempre hacía, cuando me sentía mal por alguna razón, iba y me ponía a ver cualquier película al hacer esto mágicamente mi preocupación se acababa aunque sea por un momento y amaba eso de las películas, que me llevaban a un mundo distinto al mio donde podía estar tranquila y realmente descansar de todo, en fin, me había preparado leche con cereales, estaba cansada y no tenía ganas de cocinar un desayuno como ayer, de repente comenzó a sonar mi teléfono que estaba al otro lado de la habitación, sin tanta energía camine hacia el mirándolo con atención, era mi madre 

—¿Mamá, no estabas trabajando? 

Pregunté mientras me daba cuenta que había sonado muy descortés, sin siquiera decirle hola, o qué sucede 

—Si, no olvidaré dejarle comida a Josh. 

Josh era mi gato, uno siamés que amaba muchísimo, a Josh lo había encontrado tirado en la basura, unas muy malas personas se habían deshecho de él, en ese momento tenía un color blanco, fue ahí donde lo conocí y decidí rescatarlo, desde ese momento nos hicimos amigos y hasta el día de hoy sigue siendo así, el es verdaderamente mi único amigo en todo el mundo. 

—Hasta luego mamá, que estés bien. 

Colgué y me di media vuelta para ver a Josh quien estaba sobre la mesa con un rostro que parecía dejar ver que sabía que estábamos hablando de él 

—No olvidaré tu comida, Josh. 

Este al escucharme maúllo y saltó hacia mí cayendo entre mis brazos, al hacerlo clavó sus uñas en mi ropa por lo que durante un rato lo tuve pegado a mi hasta que logró zafarse, de verdad quería mucho a ese gato, rato después había terminado de desayunar así que me puse a acomodar mi cuarto cosa que nunca hacía, pero estaba sola y era sábado ¿Qué otra cosa podría hacer? Me dispuse a empezar por mi cama, la acomode rápidamente y seguí por mi closet que estaba hecho un verdadero desorden, siempre adoptaba una forma de acomodar la ropa dentro de este y era poniéndolas por orden alfabético según su color, no tenía demasiada ropa así que era muy fácil 

—Muy bien. 

Habían ya pasado un buen tiempo y el cuarto estaba ordenado por lo que sali de el para mirarlo por fuera, era algo que solía hacer cuando terminaba de acomodar, ya estaba siendo hora de almorzar y mi madre estaba en casa preparando la comida, como era sábado sábado trabajaba medio turno, la había invitado al cine conmigo, pero ella se negó ya que quería descansar un poco 

—Mamá, ¿Segura que no quieres venir al cine conmigo? 

Insistí una vez más esperando que cambiará de opinión, nuestra relación era buena, pero pocas veces salíamos a algún lado por diversión 

—No hija, quizás otro día. 

Hice una pequeña mueca y me acerque a ella para depositar un tierno beso en su cabeza mientras veía como cocinaba 

—Está bien.

    Las horas pasaron y ya me estaba terminando de alistar para ir al cine, solo me faltaba peinarme, al hacerlo dejé comida en el tazón de Josh y me dispuse a ir al cine, no tenía auto así que me fui en autobús, no tarde mucho en llegar así que estaba contenta 

—Hola, si un boleto para esa película. 

La chica me miro raro, no mucha gente venia seguido al cine sola lo cual me parecía raro porque es una experiencia bastante divertida, la chica me dio el boleto y entré a la película, luego de unos momentos la pelicula terminó y salí del cine, la película me había gustado, pero me parecía muy comercial, mientras iba caminando de regreso a la parada del autobús me comencé a sentir rara, como me sentía en el sueño 

—No otra vez... 

Intente no hacerle caso, pero mientras iba caminando me choque con una chica que se dio vuelta a mirarme con una expresión de tristeza 

—Debes ayudarlos, por favor. 

Extrañada me acerque a ella para preguntarle a que se referia, pero apresuró su paso, luego me sucedió con un señor que estaba a unos metros lejos de mi 

—Necesitan tu ayuda. 

Dijo el señor y fue la gota que derramó el vaso, ya no me sentía extraña ni nada por el estilo, solamente decidida 

—A la mierda. 

Suspiré y apreté mis puños, en ese momento mis ojos mostraron una luz amarilla, iba a encontrar a esas personas de mis sueños, a como dé lugar.