A S C E N S O
❝Los muertos pueden hablar.❞
𝔈nid Webster nació para salvar a su madre, y no pudo hacerlo. Tras obsesionarse con su fallecimiento y relacionarlo con los misterios de Hawkins, se muda allí e intenta encont...
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CAPÍTULO SIETE — necesita una conexión (adsum, parte ii )
ENID
Llevo toda la mañana yendo y viniendo de mis propios recuerdos borrosos mientras Eddie me cuenta la verdad sobre los acontecimientos acaecidos en Hawkins esta última semana. Nunca pensé que la verdad me haría sentir aún peor, pero aquí estamos: él, caminando de un lado a otro del salón, y yo, encogida en un rincón, con la cabeza apoyada contra la pared de madera y mis manos heladas pegadas a mi pecho, en un triste afán por recuperar el latido regular de mi corazón.
Es imposible.
Las horas pasan lentas, y siento que el tiempo se queda pegado a mí y tira hacia abajo para hundirme. Lleva haciéndolo desde que me despedí de Beth y sus excéntricos acompañantes. Los amigos de Eddie no parecían muy contentos de verme, sobre todo Steve Harrington, y ni siquiera quiero preguntarme por qué. Ya tengo suficiente con preguntarme por qué demonios estoy aquí parada escuchando balbucear a Eddie cuando podría estar buscando la razón a por qué he estado escuchando voces estos últimos días.
Si miro mucho tiempo a un único punto de la sala, mis ojos desenfocan y vuelvo a la noche de ayer. A la raíz que atravesó mi estómago, a la visión de mi madre, a la comisaría, a una carretera solitaria... A la sangre que derramaba al andar y que temo que no fuese mía. Solo es un segundo, pero este segundo de reconciliación con el pasado me hace ahogar un involuntario grito de espanto que alarma a Eddie, haciendo que se calle.
Sus ojos grandes y oscuros me inspeccionan a la vez que intenta averiguar cuál de las historias que me ha contado puede haberme hecho reaccionar así, sin saber que he sido yo misma.
Lo prometo.
❝¿Enid?❞
❝¿Mmm?❞
Él se pasa las manos por la cara y suspira.
❝Te he estado escuchando,❞ le digo, por si acaso piensa que no es así. ❝Vecna, las muertes, el reloj, el... Mundo del Revés... Pero nada de eso explica que tú estés aquí si, técnicamente, te devoraron unos murciélagos enormes.❞
❝Y... Te has perdido la mitad del discurso.❞
Yo frunzo el ceño. ❝No es cierto. Estabas contándome con detalle cómo sentiste que te arrancaban la piel—❞
❝Hace diez minutos, Webster. ¡Despierta! ¿Así quieres tú investigar lo que pasó con tu madre? Pues, que sepas, que si realmente está relacionado con algo de esto acabarías siendo un pinchito antes de poner un pie en ese sitio. Dios.❞
Aún con las manos pegadas al pecho, me acomodo contra la pared y arqueo un poco la espalda para estirarme. El techo de la casa, comido por los años, está a punto de caérseme encima, pero ¿sería eso tan malo? Si cierro los ojos y espero que pase, no creo que duela tanto.
