Terapia de pareja | Symbrock

V

— ¡Anne! ¡Anne! — gritaba desde abajo el hombre desesperado.

era Eddie, como de costumbre. era de madrugada, específicamente las dos de la mañana.

una mujer adormilada abrió la ventana de su apartamento para mirar quien era el loco que gritaba su nombre.

— carajo ya ni dejan dormir... — se pasó las manos por sus ojos para despertar mejor. — ¿Eddie?

— Anne, que bueno que estas despierta.

— ¿ahora que pasa Eddie?

— es Venom.

— ¿otra de sus peleas?

— no Anne, esto es peor...

•   🌱

los días pasaban. Venom y Eddie no se comunicaban, ¿que había pasado? después de la terapia con Dan se había resuelto todo, ¿ahora que ocurrió?

Eddie llevaba días sin hablar con Venom, evitaba cada conversación con el humano. ¿por qué? ¿por qué lo hacía?

Eddie se preocupaba mucho, temía en dormir y al día siguiente ver que su amigo no estaba.

una noche, Eddie estaba ya cansado de no saber de Venom, le agradaba escucharlo, era el único ser el cual tenía comunicación en su apartamento, quería hablarle, quería de vuelta a su amigo, lo quería demasiado que temía cualquier cosa.

— Venom. — habló firmemente. — quiero que aparezcas ahora.

el simbionte hizo caso omiso a la petición de su portador e hizo una pequeña aparición en su hombro.

— necesitamos hablar.

— estoy ocupado, Eddie.

— ¿y que carajos debes estar haciendo dentro de mi cuerpo? ¿saboreando mi páncreas?

— pensar.

— entonces deja de hacerlo y hablemos.

— no tengo nada que hablar contigo, Eddie.

— ¿se puede saber por qué no?

— porque no quiero.

— no seas un niño. esto es importante, Venom.

— ¿de que trata?

— ¿por qué estás tan distante? ni siquiera siento que estás en mi cuerpo.

— eso no es de tu incumbencia.

— ¡claro que es de mi incumbencia! vives en mi cuerpo, vives con mis reglas.

— ¡me chupa un huevo simbiótico tus estúpidas reglas de marica!

— ¡¿acaso no te sirvió de nada hablar con Dan?! ¡pues claro! ¡a ti no se te mete nada a la cabeza porque eres un grandisímo inútil que no piensa!

— ¡aquí el único inútil eres tú! ¡eras un don nadie cuando no estaba contigo! ¡nisiquiera sirves para nada Eddie!