Fui a la cocina y preparé las cosas. Hice una simple sopa, no era una gran cena, tampoco dominaba del todo las artes culinarias. Cuando la revolvía y estaba por hervir, sonó el timbre. Me miré la ropa, en pijama y despeinada, seguramente olía mal porque pasé todo el santo día encerrada en mi habitación y ni siquiera me digné a abrir las ventanas o las cortinas.

-¡Yo voy! -gritó Shawn. En cuanto abrió la puerta, dos miradas conocidas me asombraron un poco. Eran Nash y Laura, pensé que se habían ido de viaje a Canadá hace un mes.

-¡Hola! -gritaron al unísono, llenos de alegría. Desbordaban felicidad y no pude evitar sentirme algo celosa.

-¡Chicos, ¿qué hacen aquí?! -les preguntó Shawn. Los hizo pasar y tuve que preparar más sopa, con la ayuda de Laura quedó algo decente y comestible para las visitas. Lo servimos en el mismo living, Nash nos pidió que teníamos que colocarnos cómodos. Shawn lo miraba nervioso y no sabía por qué, pero seguramente no era nada bueno. Para nosotros.

-Bien, les contaremos rápido -comenzó a decir Nash mientras sorbía de su cuchara-. Laura está embarazada.

Solté mi plato sin poderlo evitar. Estropeé la alfombra y el estridente ruido de la loza quebrándose me volvió a sumergir en la burbuja oscura de dolor de la que intentaba salir. ¿Embarazada? Era igual como cuando Shawn y yo nos casamos. ¿Por qué?

-______, ¿te encuentras bien? -evadí la mirada de Laura, ella no sabía, no podían saberlo.

-Estoy bien. Felicidades chicos, estoy segura de que serán unos grandes padres -Shawn había notado el sufrimiento en mi voz, ya que se acercó y me abrazó por los hombros. El sentir su calor contra mí ya me daba fuerzas para continuar, así que me dije que tenía que resistirlo. Aunque todo sonara muy sospechoso.

-La verdad es que teníamos muchas ganas de comenzar a expandir la familia, y cuando Shawn nos llamó y nos dijo que planeaban tener un hijo, creímos que sería estupendo que nacieran por las mismas fechas, ¿no? Así serían amigos desde el vientre -comentó Nash. Eso fue demasiado, mi corazón no lo pudo resistir. Mi estómago ardió y se provocó un agujero que vació mi interior.

-Lamento decepcionarlos chicos, pero no podrá ser -les dije.

-______... -murmuró Shawn.

-Ya, ______, si no nacen en las mismas fechas, no importa. Al menos tendrán casi la misma edad y...

-¡No! -grité, interrumpiendo a Nash. Me puse de pie y corrí a encerrarme a mi habitación otra vez. Me tiré en la cama y me hice un ovillo, eran demasiadas cosas por asimilar.

Escuché como la puerta se abría, y esperanzada con tener otra vez a Shawn, alcé la mirada. Pero me encontré con Nash.

-Hey.

-Hey -le respondí. Me senté y él a mi lado. Lo observé, se había afeitado y aún parecía ese chico de 16 años que se burlaba de Cam en el campamento y que se hacía pasar por novio de Shawn.

Y recordé la despedida de solteros.

-Nash, te he contado alguna vez que te besaste con Shawn frente a mis narices -quería distraerlo, apartarlo del tema inicial. Y funcionó, porque abrió los ojos como plato.

-¿Qué? Seguro soñabas.

-No, ustedes estaban ebrios y se besaron mientras bailaban arriba de una mesa. Debo confesar que se veían lindos, pero espero por tu bien que no se haya repetido jamás.

-Palabra de honor que ni siquiera lo recordaba.

-¿De qué honor me hablas? -reímos por un buen rato, pero se puso serio de pronto y supe que tendría que contárselo.

-______... ¿qué sucede? Tienes los ojos hinchados y te ves horrible, bueno, ya sabíamos que eras fea y que Shawn estaba contigo sólo para aparentar heterosexualidad y ocultarme como su amante, pero... en serio, no te ves bien.

Tomé una buena bocanada de aire, aún no lo terminaba de asumir por completo, así que era difícil contárselo.

-Soy estéril, no puedo tener hijos, Nash -me sentí orgullosa de no llorar, ni siquiera se me aguaron los ojos. Suponía que mientras más veces lo dijera, más liberaba al dolor.

-¿Estás segura? Digo, a veces te puedes equivocar...

-Me lo dijo el médico ayer. Hay exámenes y todo, definitivamente no puedo tener hijos.

-Oh, ______... -me besó el cabello y me recosté en su hombro. En verdad me gustaban los abrazos en esos momentos-. En serio lo siento...

-No te preocupes, Nash. Shawn y yo sabremos salir de esta, él es muy listo.

-Y tú valiente, no lo olvides -sonreí para mis adentros.

Valiente.

Nunca me habían dicho un halago tan bonito. Siempre era la de al medio, ______ Descerebrada. Pero me gustaba mucho Valiente. Supongo que lo era por afrontar esta situación sin pensar en el suicidio o en alguna otra locura más.

-Bueno, al menos pueden adoptar.

-¿Cómo?

-Adoptar, ______. Dime que siquiera pensaste en esa opción.

Por supuesto que no, de lo contrario no habría llorado como magdalena toda la mañana. Adopción. No sonaba tan mal.

Marry Me - Shawn MendesWhere stories live. Discover now