Regalé parte de mi tiempo a las lágrimas que deseaban encontrarte, pero al hacerlo llamaron a las demás, para no ir solas tras tu recuerdo, y tú ser.
Regalé parte de mi memoria a un recuerdo que llamó a más, tras tu nombre, volviendo todo una película de tí.
Llamé a las voces en mi cabeza, para decirme si estaba bien o mal enamorarme de tí, pero terminé llamando a la tuya sin querer, que volvió a decirme las cosas bonitas que me dices siempre, haciendo que me perdiera nuevamente en esa batalla de emociones, volviéndose todo un río de risas regaladas a la oscuridad.
Le pedí a tus ojos mirarme, y me perdí en ellos, aún siendo parte de mi cabeza. Has encontrado el modo de ahogarme en ellos sin siquiera estar.
Me dejé llamar por mis emociones, cayendo así, en todo cuánto has provocado en mí, y todo cuanto haces que arda en un lugar triste, y lleno de vos... Ese al que llaman corazón, ese que se a vuelto cenizas, una y mil veces.
Ese al que envenenáste con todo tu ser, y que no sabe cómo dejar de latir por tí.
Annie Gozu
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Poesías de un alma desconocida©
PoetryAmor, desamor.... ambos me han resultado iguales. ¿Cuánto se puede querer a alguien para que duela? ¿Cuántas cicatrices quedarán al final del camino? ¿Serán permanentes? Realmente no lo sé, y aunque desearía saberlo, nunca se sabe porque sucede todo...
