༻ Capítulo 45: Su general ༺

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An Changqing había estado mirando la puerta desde el momento en que escuchó su voz, pero sólo por la presencia de otras personas, tuvo que reprimir su emoción y evitar ponerse de pie.

El hombre estaba mucho más delgado y desaliñado. Tal vez porque acababa de regresardel campo de batalla, sus mejillas y su armadura aún estaban manchadas de sangre seca. Había grandes marcas negras y rojas en las perneras de su pantalón y, al acercarse, podía incluso oler el tenue aroma de la sangre.

Esta fue la primera vez que An Changqing vio a Xiao Zhige con esta apariencia robusta. Sin embargo, sus ojos todavía eran agudos y dignos. 

Este es el General que vigila el Imperio Daye, su General.

An Changqing parpadeó lentamente. Hablando con la garganta seca, su voz se quebraba: "Me enteré de que en Yanzhou faltaba comida y hierba, así que te lo envié. Hay 40.000 cubetas pero 20.000 llegarán un poco más despacio. Tie Hu actualmente los está escoltando aquí".

Xiao Zhige entendió de inmediato lo que quería decir. Con respecto a la respuesta del emperador An Qing, Xiao Zhige había predicho durante mucho tiempo la reacción violenta; de lo contrario, no habría enviado a sus hombres a Liangzhou y Chenzhou para pedir prestados granos. Lo que no esperaba y nunca hubiera imaginado era que su Wangfei, que se suponía que debía esperar su regreso en la seguridad de la mansión Wang, había acumulado los granos y se los había entregado personalmente hasta Yanzhou.

Estudió cuidadosamente a An Changqing y descubrió que los huesos de su rostro eran mucho más visibles. Los ojos oscuros y redondos también tenían círculos oscuros debajo de ellos, pero seguían siendo claros y brillantes. Parece que no había descansado bien durante los días de el tedioso viaje para entregar los granos.

Después de que su garganta rodó varias veces, Xiao Zhige finalmente encontró su voz: "M, Ministro Li, descanse primero. Con respecto al incendio provocado y el suministro de alimentos, lo discutiremos mañana".

Qi Wei aún no estaba convencido y dijo vacilante: "Pero las raciones..."

"Las raciones están aquí. Que todos tengan una buena comida primero", ordenó Xiao Zhige con impaciencia y molestia, "Qi Wei, que alguien lleve al Ministro Li a su habitación".

Qi Wei miró a su comandante, que parecía bastante extraño desde que entró en la habitación. Sin embargo, no se atrevió a portarse mal y obedientemente invitó al ministro Li a salir. Li Anmin sabía que la pareja tenía mucho que decirse, por lo que no quiso ser una molestia, así que hizo una reverencia y siguió a Qi Wei a la salida.

Al ver que no había nadie alrededor, Xiao Zhige dio un paso adelante y extendió la mano para tocarlo. Pero cuando vio las marcas de sangre en su mano, se dio cuenta de que acababa de llegar del campo de batalla. Retiró su mano con paciencia y solo pudo mirar a An Changqing con ojos tiernos, "Ha sido duro para ti".

"Mmm." An Changqing inicialmente no sintió las dificultades antes, pero ahora que lo vió y escuchó sus palabras, frunció los labios en señal de agravio.

En el agua, cuando no podía comer ni dormir debido al mareo, no se sentía agraviado; en tierra cuando el carruaje atravesaba el arduo camino causando que sus huesos casi se rompieran cada vez que había un bache en el camino, no se sentía agraviado...

Pero una vez que vio a la persona que constantemente había ocupado sus pensamientos y había anhelado durante los últimos días, sus sentimientos simplemente se hicieron cargo. Hizo un puchero y se arrojó a los brazos de Xiao Zhige en un fuerte abrazo. Su voz se quebró cuando se quejó: "Todo es culpa tuya por no dejarme ir contigo. No podía dormir sin saber si las noticias que enviaste eran ciertas o no..."

The Tyrant's Beloved Empress // Traducción EspañolWhere stories live. Discover now