𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐓𝐑𝐄𝐂𝐄

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Heladería Hobson's Nizhiasabu, Roppongi

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Heladería Hobson's Nizhiasabu, Roppongi.
Viernes, 18:56 p.m.

—¿Me dirás lo que les dijiste a esas huecas? —preguntó Sanzu.

—Nop —sorbió su batido de fresas.

—¿Enserio? —alzó una ceja el pelirrosa.

—Es información confidencial —contestó burlonamente la azabache.

—Hiromi... —usó un tonito de advertencia, como si eso fuera a funcionar con ella.

—Solo les dije que no quería que molestaran más a mi novio —respondió haciendo que Sanzu escupiera el jugo que estaba tomando. Hiromi se rió por un segundo. —¿Oups?

El pelirrosa trató de incorporarse y limpiarse con una servilleta lo que había soltado por la boca para luego mirarla sorprendido.

—¿Tu novio Hiromi? —dejó en la mesa el vasito transparente.

La pelinegra solo sonrió y ladeó la cabeza proyectando una expresión dulce y tierna.

—Sí, eso fue lo que dije —le respondió mordiendo la pajilla de su batido.

—Tú y yo...

Hiromi lo escuchó con una voz dudosa y no supo descifrar si haberlo tratado de "su novio" había sido una buena idea, por lo tanto, se imaginó toda clase de rechazos. Así que antes de permitirlo, interrumpió a Sanzu.

—Ya tranquilízate... —dijo tratando de imitar muy bien una faz tranquila. —Solo fue para espantarlas. Nosotros no somos novios...

Haruchiyo la miró decepcionado y con su estómago algo apretado.

"Entonces realmente no lo somos..." pensó él.

—Mm, tienes razón —contestó desviando su mirada en otra parte mientras se dejaba caer desinteresadamente en el respaldo de su asiento.

"¿Por qué pone esa cara?", se preguntó a sí misma Hiromi al notar algo de desilusión en el rostro del pelirrosa que tenía enfrente.

"¿No será qué?", y casi de forma efímera, su tristeza pasó a ser esperanza.

—Bueno, no lo somos aún —soltó Hiromi logrando que Sanzu volteara su cabeza al instante hacia ella y la observara con las cejas levantadas por la sorpresa.

—¿Qué? —susurró pasmado.

—Lo que oíste —apoyó sus codos en la mesa para así sujetar su rostro con ambas manos. —Esperaré paciente a que me lo propongas Haru... —sonrió con los ojos cerrados.

Sanzu la admiró por unos segundos y sonrió levemente sintiendo como ese apretón de estómago volvían a ser mariposas.

—¿Segura que serás paciente? —preguntó dejando una mano encima de la mesa y apoyando uno de sus codos en la misma superficie al igual que la pelinegra.

AN ANGEL IS ABOVE MY HIPS | Haruchiyo "Sanzu" Akashi #2Where stories live. Discover now