𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐃𝐎𝐂𝐄

Start from the beginning
                                    

—¿Qué-

"Hiromi es mi ¿novia?... Bueno, la besé ¿no?"

Frotó su frente con su mano derecha.

"Eso la hace mi novia, ¿no es así? Pero, ¿Y si ella no lo cree así? Quizás piense que solo fue un beso, bueno... Unos cuantos besos. Además, ella también me besó a mi, fue recíproco..."

"—Solo uno más...

Bien, solo uno más"

El timbre de la salida escolar se escuchó en toda la calle interrumpiendo abruptamente el recuerdo de todos esos besos.

—Mierda —miró hacia el frente en donde las puertas de la escuela por fin eran abiertas y dejaban ver todas aquellas jovencitas de sociedad pulcramente uniformadas.

Tragó saliva, intentando mantener la compostura, tratando de no caer en la desesperación por aún no saber cómo saludarla.

—Oh carajo, ¿Qué hago? —se susurró para él mismo, girando la cara y parte del cuerpo a la vez que mordía su pulgar con ansiedad.

¡Haru! —escuchó esa melodiosa voz.

"Mierda"

Se volteó a verla; corría en su dirección y sonreía con los ojos cerrados mientras alzaba la mano saludándolo.

"Santo cielo, es preciosa"

—¡Hola Haru! —lo abrazó por el cuello haciendo que Sanzu en el instante correspondiera de igual forma el abrazo.

—Hiromi, hola —saludó algo sorprendido por el aprensivo agarre.

—Mm, ¿Cómo estás? —preguntó escondiendo su rostro en el pecho de él.

—Em, b-bien —titubeó. —¿Y tú?

Hiromi se separó de él para verlo aún manteniendo el abrazo.

"¿Por qué otra vez usa esa maldita mascarilla?", se preguntó.

—Muy bien, me entregaron algunas notas pendientes —respondió.

Sanzu achicó sus ojos como si sonriera con ellos y acarició sus hombros.

—De seguro te fue excelente, ¿no?

—Por supuesto —respondió ella completamente segura de sí misma. Hiromi desvío su vista al torso de Sanzu e inspeccionó la ropa que traía. —Oye.

—¿Si?

—¿Por qué hoy no viniste con el uniforme?

—¿Eh?

—Los jueves y viernes siempre lo usas.

—Mm —se encogió de hombros y apartó rápidamente la vista mientras arreglaba su mascarilla en la zona del tabique nasal. —Simplemente hoy no quería vestirlo.

—Mm que extraño, siempre lo ocupas jueves y viernes... Bueno, no es como si me gustara tu uniforme de pandillero... —dijo ella. —Además, estás usando otra vez esa mascarilla, sabes que la odio... —la voz de Hiromi desapareció de los oídos de Sanzu al darse cuenta como a unos metros, las mismas chicas de ayer los veían y cuchicheaban entre ellas.

¿Ya los viste?

¡Oh por Dios! ¡Si era cierto!

Ves, se los dije; Hiromi anda con un pandillero.

¿Cómo se lo habrá tomado su padre?

¿Pero qué dices? De seguro su padre ni enterado está.

AN ANGEL IS ABOVE MY HIPS | Haruchiyo "Sanzu" Akashi #2Where stories live. Discover now